Un cargamento incautado en los últimos días y se estima que el valor de este insólito cargamento oscilaría los 424 millones de pesos.
En alerta máxima tendrá que estar la Policía Antinarcóticos, pues en las últimas horas quedó en evidencia que el ingenio de las bandas criminales no tiene límites. Y es que en el aeropuerto internacional de Rionegro (Antioquia) fue interceptado un cargamento de cocaína camuflado entre nada más y nada menos que bolsas de transfusión de sangre.
La droga hubiera pasado de agache y llegado a Europa para llenar las arcas criminales de no ser por el olfato de ‘Dulce’, una experimentada perra antinarcóticos que les dio la oportuna alerta a los uniformados y arruinó este estremecedor plan.
Una modalidad nunca antes vista por las autoridades quedó al descubierto ayer en el aeropuerto internacional José María Córdova, en Rionegro (Antioquia). Allí, en la zona de bodegas de una empresa de encomiendas del país, había una caja de cartón pequeña, en su interior: una nevera de icopor para conservar la temperatura y así evitar que se dañara la sangre contenida en tres bolsas intravenosas.
Pero todos los sellos herméticos de la carga especial no fueron un reto para ‘Dulce’, una experimentada perra antinarcóticos que al pasar cerca del paquete no dudó en advertir que algo olía mal.
Guiado por el instinto de Dulce, un uniformado procedió a aislar, abrir la caja y remover la tapa de la nevera para hacer que la perrita, de raza pastor holandés, reconfirmara el hallazgo tras oler y sentarse frente al paquete, con lo cual los uniformados sometieron las muestras biológicas a un examen químico que dio el veredicto: ¡positivo para cocaína!
Aunque nadie lo pensara, las tres bolsas estaban contaminadas con 1.629 gramos de droga, y la encomienda tenía como destino final el aeropuerto europeo de Ámsterdam, en Países Bajos; pero gracias a ‘Dulce’ más de uno se quedó con los crespos hechos.