Citando las cifras reportadas por las propias EPS, tanto del régimen contributivo como subsidiado, el Superintendente Nacional de Salud, Ulahí Beltrán López, reveló que las cuentas por pagar de esas entidades con las clínicas, hospitales y proveedores de insumos y medicamentos ascienden a 16,6 billones de pesos, situación que incide negativamente en la prestación de los servicios de salud y en la estabilidad de los actores así afectados.

Ese incumplimiento en los pagos por parte de las EPS ha venido generando un ‘efecto dominó’ que el Superintendente no duda en calificar como una “crisis que está llevando a la insolvencia, por falta de liquidez, al sector encargado de la prestación de los servicios”.

Para enfrentar esta problemática y trabajar en la formalización de contratos ente EPS e IPS, dijo que se han intensificado las mesas de saneamiento y los escenarios de acercamiento para dinamizar el flujo de los recursos y concretar acuerdos de pago que den reconocimiento a la cartera de la red hospitalaria pública y privada.

Destacó que, a finales de septiembre del presente año el Gobierno viabilizó los planes de pago de 9 EPS a través del uso de las reservas técnicas por $848 mil millones, lo cual beneficio a 1.050 prestadores públicos, 1.205 privados, 11 de naturaleza mixta y 307 proveedores de servicios.

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