Donald Trump corre el riesgo de ser sometido a un nuevo juicio político, después de que Joe Biden asuma el 20 de enero la Presidencia de EE.UU. como ganador de las elecciones del 3 de noviembre pasado.

La mayoría demócrata en la Cámara Baja de Estados Unidos inició este fin de semana los preparativos para someter a un segundo juicio político al presidente saliente Donald Trump, aunque ese proceso no comenzaría probablemente en el Senado hasta que el mandatario electo, Joe Biden, esté ya en el poder.

La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, no ha dado todavía la luz verde definitiva a la presentación del cargo preparado para el juicio político, que acusaría a Trump de “incitar a una insurrección” de sus seguidores antes del asalto al Capitolio del pasado miércoles.

Sin embargo, Pelosi aseguró este viernes en una carta a sus colegas que iniciaría el proceso de juicio político (”impeachment”) si Trump no dimitía de forma “inmediata”, algo que parece muy improbable.

Horas después, la líder demócrata instruyó al comité de reglas de la Cámara Baja a prepararse para “sacar adelante” una “moción para un juicio político”, una idea que genera consenso en las filas demócratas, pero no ha conseguido el respaldo explícito de Biden.

“(Trump) ya debería haber dejado el poder ayer mismo (…) pero la forma más rápida en la que eso ocurrirá es nuestra investidura”, dijo Biden durante una rueda de prensa en Wilmington.

Al presidente electo le preocupa que un juicio político a Trump consuma al Senado durante sus primeras semanas en el poder, cuando quiere que la capital se centre en aprobar sus proyectos de ley para contener la pandemia, reflotar la economía y reformar el sistema migratorio.

Los demócratas planean presentar su cargo contra Trump mañana y votar en el pleno para acusarle formalmente de ello a mediados de la próxima semana, pero bajo el sistema estadounidense, es el Senado quien debe encargarse de desarrollar el juicio político.

Primeros arrestos

Entre tanto, las autoridades de EE.UU. comenzaron este fin de semana las detenciones de participantes en el asalto al Capitolio.

Uno de los primeros detenidos fue Richard Barnett, el hombre que se hizo fotografías en la oficina de la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, y quien fue aprehendido en Arkansas.

Asimismo, fueron arrestados Adam Christian Johnson, a quien se vio en las imágenes cargando con el atril de Pelosi en pleno asalto al Congreso; y Jake Angeli, un miembro del movimiento de teorías de la conspiración Qanon que se hace llamar “Yellowstone Wolf” en su canal de YouTube, en Florida y Arizona, respectivamente.

Trump, sin Twitter

De otro lado, Trump perdió este viernes su megáfono más poderoso, su cuenta personal de Twitter, después de que la red social la suspendiera permanentemente ante “el riesgo de una mayor incitación a la violencia” tras el asalto de esta semana al Capitolio.

El presidente saliente ha emitido más de 55.000 mensajes durante más de 11 años y contaba con 89 millones de seguidores.

“Predije que esto ocurriría. Hemos estado negociando con varios sitios más y tendremos un gran anuncio pronto, mientras miramos también las posibilidades de construir nuestra propia plataforma en un futuro cercano. ¡No nos silenciarán!”, afirmó el presidente saliente.

Antes de que Twitter suspendiera definitivamente su cuenta personal, Trump anunció este viernes que no asistirá a la investidura de Biden, quien celebró esa decisión del mandatario saliente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *