La defensa había solicitado que se declarara la nulidad del pliego de cargos que se profirió en su contra por la polémica licitación de los pasaportes.
La sala ordinaria de juzgamiento de la Procuraduría dejó en firme la suspensión del canciller Álvaro Leyva Durán por las presuntas irregularidades que se habrían cometido en materia contractual con la licitación de los pasaportes y la empresa Thomas Greg & Sons.
Igualmente, en la decisión se ordenó que el proceso disciplinario que se adelanta contra el alto funcionario del Gobierno Nacional deberá continuar.
La defensa del canciller había solicitado la nulidad del proceso argumentando que el Ministerio Público había vulnerado los derechos fundamentales al debido proceso y a la defensa.
También sostuvieron en la solicitud de nulidad que no estaban claras las circunstancias de tiempo, modo y lugar sobre las supuestas fallas disciplinarias que habría cometido Leyva Durán, cuando profirió la resolución por medio de la cual declaró desierta la licitación para los pasaportes.
Agregaron que entre los supuestos errores de la Procuraduría se destacan “la existencia de irregularidades sustanciales en el funcionario instructor, dado que se quebrantó el principio de imparcialidad disciplinaria y de la presunción de inocencia. Y el tercer eje tiene que ver con la nulidad por la selección del procedimiento a seguir, lo que se considera un defecto procedimental absoluto por la integridad exponencial”.