El llamado general es hacia el rastreo de contactos y a usar con moderación restricciones migratorias. Estados Unidos anunció ayer que exigirá la prueba PCR hecha un día antes del viaje.

La nueva variante ómicron podría suponer la mitad de las infecciones de coronavirus en el Espacio Económico Europeo (EEE) “en unos pocos meses”, alertó ayer el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC).

Este organismo de referencia de la Unión Europea (UE) destacó que aunque hay “incertidumbres” acerca de la transmisibilidad, severidad y escape a la inmunidad de ómicron, datos preliminares indican una “ventaja sustancial” respecto a la delta.

“Cuanto mayor sea la ventaja de crecimiento sobre delta y mayor sea su circulación en la UE y el EEE, más corto será el tiempo esperado hasta que ómicron cause la mayoría de infecciones de SARS-CoV-2”, advirtió el ECDC en un comunicado aludiendo a varios modelos matemáticos.

La directora de esta agencia con sede en Estocolmo, Andrea Ammon, admitió que la evidencia sobre ómicron es “limitada” y que es necesario un enfoque a varios niveles para frenar su expansión.

“Vacunas para quienes aún no se han vacunado o no han completado la pauta y dosis de refuerzo para los mayores de 40 años son imprescindibles”, afirmó Ammon, quien instó a aplicar intervenciones no farmacéuticas como la distancia de seguridad, ventilación de espacios cerrados y trabajar desde casa si se está enfermo.

Vacunas menos eficaces contra la nueva variante

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció ayer que las vacunas anticovid serían menos eficaces ante la nueva variante, pero insistió en que no debe cundir la alarma y aclaró que seguirían protegiendo de formas graves de la enfermedad.

En su informe epidemiológico semanal, la OMS, que hasta ahora ha recibido notificaciones de casos de la nueva variante desde 23 países, indica que algunas mutaciones de ómicron “podrían aumentar su capacidad de transmisión y/o permitirle cierto grado de escape a la inmunidad”.

De otro lado, el riesgo de reinfección para personas que ya superaron otras variantes del virus aumenta con ómicron, advirtieron ayer las autoridades sanitarias de África, donde Sudáfrica y Botsuana concentran el 62% de los casos globales y se redoblan los esfuerzos para combatir su propagación.

Países blindan sus fronteras

Por su parte, el Gobierno del Reino Unido adoptó las primeras medidas para frenar la propagación de la variante ómicron del coronavirus, que incluyen mascarillas, test PCR al regresar del extranjero y acelerar la dosis de refuerzo de la vacuna.

El ministro conservador de Sanidad, Sajid Javid, dijo a los medios que las mascarillas volverán a ser obligatorias en los comercios y el transporte público, aunque no en la hostelería, en Inglaterra a partir del martes, cuando también se espera que empiece a exigirse una prueba PCR, y no de antígenos, durante los dos primeros días de estancia en el país.

Escocia y Gales e Irlanda del Norte ya aplican la normativa sobre la mascarilla, mientras que Inglaterra -el territorio más poblado, con 56 de 67 millones de habitantes que tiene el Reino Unido- había eliminado todas las restricciones sociales el pasado julio.

De otro lado, el presidente estadounidense, Joe Biden, se comprometió ayer a acelerar la donación a otros países de vacunas contra el COVID-19 ante la expansión de la variante Ómicron, de la que ya se han detectado dos casos en ese país.

En un discurso en el que explicó su estrategia para hacer frente a la pandemia este invierno, Biden prometió que su Gobierno entregará 200 millones de dosis más a otros países en los próximos 100 días, es decir, hasta mediados de marzo.

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