El avance de la variante india del coronavirus amenaza el plan gubernamental de desconfinamiento en el Reino Unido, que contempla eliminar todas las restricciones sociales y facilitar los viajes internacionales a partir del 21 de junio.
El vicepresidente del Comité conjunto de vacunación e inmunización (JCVI, en inglés), Anthony Harnden, ha reconocido este sábado que el país deberá proceder con «cautela» tanto si concluye como si no la desescalada en la fecha prevista.
En declaraciones a la cadena pública BBC, Harnden afirmó que el Gobierno británico y sus asesores científicos tendrán que «examinar los datos con mucha atención antes de completar el desconfinamiento» y tender a ser precavidos, entre otras cosas porque no se ha finalizado el programa de vacunación nacional.
«Incluso si nos desconfinamos (el 21 de junio), si alguien está en una situación vulnerable, particularmente si no ha sido vacunado, debe seguir siendo cauteloso», alertó, y añadió que es necesario continuar enfocando la desescalada como un proceso «gradual».
El Gobierno conservador preveía culminar el 21 de junio la apertura del confinamiento impuesto en enero en el Reino Unido, si bien en los últimos días ha indicado que el plan podría retrasarse ante el incremento de los contagios por el avance de la más contagiosa variante india
La variante del B.1.617.2 impulsa los nuevos casos
Según datos difundidos esta semana, hasta el 75 % de los nuevos casos de covid-19 detectados en el Reino Unido corresponden a esta variante identificada por primera vez en la India (B.1.617.2), más transmisible que la denominada «variante británica» predominante hasta ahora en el país (B.1.1.7).
En las últimas 24 horas se han comunicado 4.182 nuevos contagios en el Reino Unido, un 24 % más que hace una semana, y 10 muertes, 38,1 % más, mientras que 24,5 millones de personas han recibido ya dos dosis de la vacuna. Desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020, se han contabilizado 4,47 millones de positivos y un total de 127.768 fallecimientos.
El ministro de Sanidad, Matt Hancock, ha admitido que, aunque un aumento de casos era previsible al ir relajando las restricciones, debido a la cambiante situación epidemiológica aún es pronto para confirmar si el 21 de junio se podrán eliminar todas las limitaciones.
La creciente prevalencia de la variante india en este país ha llevado a vecinos como Alemania y Francia a restringir el acceso de ciudadanos británicos a sus territorios, donde deben cumplir varios días de cuarentena, entre otras condiciones sanitarias.
En duda la reapertura del turismo
Pese a que España y otros destinos turísticos mantienen sus puertas abiertas a los visitantes del Reino Unido, está en duda si el Ejecutivo de Londres va a facilitar a corto plazo esos viajes al extranjero, pese a la presión de los sectores de turoperadores y aerolíneas.
Tras reanudar las salidas internacionales el pasado 17 de mayo -antes eran ilegales, salvo excepciones-, el ministro de Transporte, Grant Shapps, prevé anunciar el 7 de junio una revisión de la lista de lugares «verdes» o considerados con bajo riesgo del virus, cuyos viajeros están exentos de hacer cuarentena al regresar al Reino Unido.
Shapps dijo esta semana en el Parlamento que ha pedido al Centro Conjunto de Bioseguridad que analice «de forma separada» si se puede incluir en ese listado a archipiélagos turísticos como los españoles de Canarias y Baleares, aunque sus países estén en otra categoría.
El ministro subrayó no obstante que, además de tener un bajo nivel de contagios y demostrar progresos en la vacunación, las islas deben poder detectar y combatir variantes de riesgo.
El sistema británico divide a los territorios según un sistema de semáforo, por el que los que están en verde no requieren cuarentena al regresar al Reino Unido, mientras que los viajeros que retornen de un destino «ámbar», como actualmente es España, tienen que aislarse y hacer un mínimo de dos tests PCR.
Los destinos «rojos» requieren hacer cuarentena en un hotel especialmente designado.