La recesión económica podría llevarlo nuevamente por encima
de los $5.000, pero se estima que caiga para el segundo semestre.

Con el año nuevo, no llegará una caída automática en el precio del dólar. Al menos así lo prevén varios especialistas en mercados financieros.

Este año fue turbulento para la tasa de cambio en Colombia, pues rompió su precio récord en 18 jornadas diferentes y la Tasa Representativa del Mercado (TRM), indicador que fija el valor promedio para cada día, llegó a un techo histórico de $5.061 en noviembre (ver gráfico), marca que sigue vigente y que podría ser superada durante el primer semestre de 2023.

Gregorio Gandini, analista financiero, mencionó que todavía persisten las mismas señales que este año provocaron la disparada del dólar. Por ejemplo, señaló que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), homólogo del Banco de la República, aún no ha frenado el ciclo de aumentos en sus tasas de interés.

Este ha sido uno de los factores más determinantes en la subida que experimentó la moneda gringa en Colombia, toda vez que causó salida de capitales hacia EE. UU. y el dólar subió por efecto de un menor flujo disponible para la compraventa.

“La Fed sigue subiendo tasas de interés, quizás a un ritmo más lento, pero las sigue subiendo. Además, una vez termine el ciclo de incrementos, las va a mantener arriba. Entonces, por lo menos, el primer semestre del año pinta para tener esos niveles de entre $4.700 y $5.000”, comentó.

También puede bajar rápido

Felipe Campos, gerente de Inversión y Estrategia en la firma Alianza Valores, expuso que 2023 llegará con una muy probable recesión económica en países desarrollados y emergentes.

“Eso significa que el dólar subirá muy fuerte, pero también significa que cuando se llegue al pico de la tormenta, baja igual de rápido. Para mí, con ese factor de la recesión, tendremos un primer semestre enredado y un segundo semestre más tranquilo, el dólar puede devolverse a la misma velocidad que pueda subir, si es que tocamos otra vez los $5.000”, apuntó.

Desde su óptica, hay que tener en cuenta que la tasa de cambio en Colombia “llega con un castigo enorme”.

“Fácilmente —añadió— podemos estar hablando de una devaluación de entre $1.200 o $1.300 frente al promedio de los demás países de la región. Entonces, a un país que le va muy mal en 2022 con el dólar, puede que eso le sirva en 2023 para que no sobre reaccione tanto como el resto del mundo”.

A su juicio, el incremento del dólar en la primera mitad de 2023 dependerá de la profundidad en la esperada recesión económica: “De pronto podría llegar a $5.200 a $5.500. Pero tenemos pensado que en el segundo semestre, cuando se calme la recesión, cuando ya el riesgo político esté descontado y suponiendo que se mantenga el apetito por la región, podamos volver a los $4.500”.

Los dos expertos consultados coincidieron en que los riesgos internos para el dólar, por ahora, tienen que ver con las decisiones que tome el gobierno sobre la política de exploración y explotación petrolera y con la reforma pensional que se avecina.

Según la Encuesta Mensual de Expectativas Financieras, elaborada por el Banco de la República, los analistas consultados estiman que, al cierre de 2023, el dólar quedará en $4.700 .

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