Desde el pasado viernes, varios países confirmaron casos de la variante Ómicron como Israel, Bélgica, Alemania, Australia, Reino Unido y Dinamarca, generando con ello la alarma mundial.

No hay indicios todavía de que la nueva variante ómicron del coronavirus provoque más casos graves del COVID-19 o con síntomas diferentes a los de cepas anteriores, destacó ayer el grupo de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que estudia esta última evolución del SARS-CoV-2.

Aunque la tasa de hospitalizaciones por el COVID-19 ha aumentado en los últimos días en Sudáfrica, el país donde se detectó primero la variante, “ello podría ser resultado de un aumento general de los infectados y no sólo de contagios específicos con la variante Ómicron”, señalaron los expertos en un comunicado.

Por otro lado, muchas de las primeras infecciones por ómicron reportadas son de estudiantes universitarios, “jóvenes que tienden a sufrir formas más moderadas de la enfermedad”, destacaron los miembros del Grupo Asesor de Expertos en la Evolución de Virus de la OMS.

El grupo de estudio insistió en que “comprender el nivel de gravedad de la variante Ómicron podrá tardar varios días o semanas”.

Los expertos añadieron que la variante parece aumentar el riesgo de reinfección (la posibilidad de que una persona que ya ha tenido previamente el COVID-19 vuelva a contraer la enfermedad), pero que “todavía no está más claro si es más contagiosa” en otros casos.

Sobre la respuesta de los tratamientos anticovid, los científicos señalaron que los corticoesteroides y los antagonistas de interleucina-6 (IL6) parecen seguir siendo eficaces en pacientes graves, mientras que no hay conclusiones todavía sobre la respuesta de las vacunas existentes a la variante Ómicron.

La Ómicron, cuyos primeros casos se detectaron hace dos semanas y que preocupa por las más de 30 mutaciones que se han identificado, fue considerada “variante de preocupación” por el grupo de expertos de la OMS este viernes, lo que obliga a un seguimiento especial por parte de laboratorios de todo el mundo.

Además, la OMS rechazó ayer drásticas restricciones de viaje aplicadas al sur de África y pidió que las decisiones se guíen por la ciencia y que se dé apoyo a los países africanos, según la oficina para África de esta agencia de Naciones Unidas.

En tanto, Sudáfrica y sus científicos recibieron con impotencia y disgusto la drástica reacción y el aislamiento internacional del sur de África, tras la detección de la variante Ómicron.

De otro lado, el Gobierno del Reino Unido convocó para hoy una reunión urgente de ministros de Sanidad del Grupo de los Siete llamado G7, economías más desarrolladas), para abordar la variante del coronavirus, según informó ayer el Ministerio británico del ramo.

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