Roy Barreras, el virtual presidente del Senado, habla de las cinco reformas que serán prioridad en el Congreso y asegura que la transición que promete el Pacto Histórico requiere más de un periodo en el gobierno.

El Congreso arranca este 20 de julio con cinco reformas que serán prioridad para Gustavo Petro, la promesa de un gobierno de cambio y el hito de que una bancada de izquierda –la del Pacto Histórico– sea el grupo mayoritario del Capitolio.

El nominado por ese grupo para ser presidente del Senado, Roy Barreras –quien le impondrá la banda presiencial a Gustavo Petro el 7 de agosto–, hace cuentas que le arrojan que cerca de 80 de los 108 escaños votarán “sí” a las propuestas de Petro, con las excepciones de los legisladores del Centro Democrático y, en algunos casos, los del Mira.

Al menos en el papel, esos números dejan ver que el presidente electo lograría gobernabilidad entre los legisladores, que tendrán como una de sus primeras tareas resolver la elección del contralor –después de que el Tribunal Superior de Cundinamarca y una tutela resuelta por un juez de Medellín revocarán la lista–, en lo que se perfila como un Congreso que estará trabajando más por el nuevo fast track que implementará Barreras.

En esta conversación con EL COLOMBIANO, el senador asegura que Petro será un mandatario “moderado” y que esa mesura durará 12 años porque, afirma, el proyecto político que él promete necesita hasta tres periodos en la Casa de Nariño para hacerse realidad. Estas son sus razones.

¿Qué es lo realmente prioritario a partir del 20 de julio?

“La prioridad absoluta es la reforma tributaria, porque se necesitan recursos para que en los primeros 100 días se pueda establecer un plan de lucha contra el hambre. La segunda es el punto uno del Acuerdo de Paz, la reforma rural integral; la tercera, el punto dos del Acuerdo, la reforma política anticorrupción (ver módulos). Cuarto, una reforma a la arquitectura institucional que ha propuesto el presidente Petro para separar la Policía del Ministerio de Defensa y elevarla al rango de Ministerio de Paz, Seguridad y Convivencia”.

Habló de una reforma a la estructura y del diseño institucional. ¿Cuál es?

“Sería la quinta prioridad: el Ministerio de la Igualdad que plantea Francia Márquez, pero no conocemos su propuesta. Entiendo que es tan compleja que apenas se está estructurando”.

Se ha dicho que quiere juntar todo lo social, como el Ministerio del Trabajo y el ICBF…

“Sí, buscaría juntar toda el área social, pero no quiero anticiparme a opinar sobre una propuesta que no conozco. Lo que sí está claro es que la Vicepresidenta quiere actuar rápido y eso me parece noble”.

Tienen cinco prioridades. Sabiendo el tamaño de esas reformas, ¿cuántas en verdad pueden pasar?

“Todas. Se acabó la guachafita de trabajar dos días a la semana. Vamos a trabajar el doble, voy a dormir en el Congreso y he propuesto una receta jurídica que es un nuevo fast track”.

¿Cómo es eso del nuevo fast track?

“No es otra cosa que una receta jurídica, que combina normas constitucionales y legales que ya existen con decisión política. El artículo 150, el 138 y el 163 de la Constitución; el 191, el 119 de la ley quinta y la ley tercera”.

¿Que dicen qué?

“Los primeros nos permiten que las comisiones constitucionales permanentes, que son siete, trabajen de manera simultánea. Usaremos el mensaje de urgencia y de insistencia que permite que las sesiones sean conjuntas en las comisiones especializadas y habrá plenarias simultáneas”.

¿Pero la plenaria de la Cámara puede estar discutiendo la tributaria mientras el Senado la está debatiendo también?

“Claro, porque vamos a aplicar el artículo 150. Estudiaremos los artículos que ya estén aprobados y así nos evitamos la conciliación. Esa mecánica nos ahorra 15 días, y el paso anterior (plenarias simultáneas) un mes. Si además en lugar de sesionar dos días a la semana sesionamos cuatro, y en lugar de empezar en marzo empezamos en febrero, vamos a aprobar todas las reformas”.

¿En sus negociaciones está incluyendo al Centro Democrático?

“Los partidos de oposición tendrán todas las garantías en las comisiones, las segundas vicepresidencias y los debates que les corresponde. Yo necesito la voz de la senadora (María Fernanda) Cabal y del senador (Miguel) Uribe, porque es muy importante que haya opiniones críticas, aunque sean delirantes, para que haya oposición en Colombia”.

¿Habrá reforma a la Salud?

“Quiero ser la primera línea del cambio y, por eso, voy a escuchar la propuesta de la ministra Carolina Corcho. Conozco, como autor de la Ley Estatutaria, que el sistema de aseguramiento ha permitido una cobertura amplia de oferta de servicios, pero no de calidad necesariamente. Pero tiene problemas: la integración vertical que genera una posición dominante y, derivada de ella, la mezcla de aseguramiento con prestación de servicios que hace que se impongan las listas de medicamentos”.

Como médico y conocedor del sistema de salud, ¿cree que es bueno cambiarlo?

“Mi opinión es que hay que hacer una reforma. Las EPS seguramente no desaparecerán, sino que se transformarán. Creo que se debe mantener el sistema de aseguramiento, que funciona, recuperando la ley pública hospitalaria y eliminando la integración vertical de manera que no sean prestadoras del servicio. En cambio, que la prestación del servicio sea mixta, pública y privada, por una posición liberal mía que es el derecho a escoger”.

¿Qué van a cambiar de la Constitución?

“Solamente la reforma política necesita un Acto Legislativo, las demás son leyes estatutarias y ordinarias. La Constitución ha sido manoseada por todos los gobiernos y requiere mejoras. Por ejemplo, la Procuraduría, como dice Germán Vargas Lleras, podría desaparecer y no pasa nada. Es un ente burocrático, costosísimo”.

Es difícil que pase esa reforma a la Procuraduría por ser fortín burocrático…

“Vamos a intentarlo. Es posible que los partidos políticos que perdieron la elección presidencial y quedaron de últimos en la segunda vuelta escuchen el clamor de los ciudadanos por el cambio”.

Las alianzas de Gustavo Petro postelecciones son de centro, pero su bancada es muy de izquierda. ¿Es posible que la oposición empiece a surgir dentro del mismo Pacto Histórico?

“Ganó la izquierda democrática y me parece positivo que el presidente Petro esté mandando mensajes de estabilidad, de equilibrio y de moderación, si se quiere, a la otra Colombia que no votó con nosotros”.

¿Cuánto va a durar esa moderación?

“Yo espero que dure 12 años, porque las transiciones toman tiempo. La energética, la del fracaso de la guerra contra las drogas por una posición de derecha que ha sometido a Colombia a la maldición del narcotráfico y que ha fracasado; mientras en las tiendas de Europa y Estados Unidos hoy venden marihuana de todas las maneras, aquí seguimos matándonos. Esa transición hacia la regulación del mercado y la legalización global de las drogas no se hace en cuatro años; la reforma rural integral, tampoco”.

¿Qué quiere decir 12 años?

“Eso quiere decir que nosotros esperamos que a Petro, cuando termine en cuatro años, le vaya tan bien que el pueblo colombiano le dé continuidad a este frente amplio con otro candidato o candidata”.

¿Qué rol juega Daniel Quintero en el Pacto Histórico?

“Él no es miembro del Pacto Histórico. Él tiene un senador y un representante en la bancada y es uno de los varios alcaldes que han invitado a la bancada de gobierno a presentar su plan de desarrollo” .

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