El gerente regional de Urbaser, Ángel Uriel García, insiste en hacer una defesa férrea de la operación de la empresa, al afirmar que los líquidos que en este momento están afectando a los pobladores de la vereda Loma Grande, no son lixiviados y que, además, no provienen del relleno sanitario que tienen bajo su responsabilidad.
El funcionario aseguro que la compañía tiene toda la disposición para que se adelanten los estudios técnicos y ambientales correspondientes y, en caso de que sea detectada alguna anomalía, se defenderán conforme a la normativa. Del mismo modo, fue enfático al señalar que asumirían su responsabilidad.
“Si a nosotros nos prueban, porque estas son cuestiones que a veces se pueden salir de control; el día que tengamos una emergencia causada por nosotros, la remediaremos porque eso no es solamente lo que dice la norma, sino nuestro espíritu ambientalista”, dijo García.
“Los ensayos que hemos hecho a esas aguas depositadas ahí no dan ni siquiera para que sea un lixiviado joven, que sería la prueba contundente de que nosotros estuviéramos vertiendo lixiviados. Si esas aguas tuvieran características de lixiviados, la corporación no solamente nos hubiera sancionado, sino que nos hubiera conminado a resolver la problemática”, agregó.
En medio de sus declaraciones, el gerente regional indicó con total certeza, que los líquidos represados en una laguna al interior de relleno sanitario y a un costado de la vía de acceso hacia Loma Grande, corresponde a aguas residuales, por lo que presentaron una solicitud ante la CVS para que estas aguas, ya tratadas, pudieran ser vertidas al caño El Purgatorio.
“El lixiviado tratado puede ser trasladado al Caño El Purgatorio o hacia la planta de tratamiento de Veolia, esa solicitud nosotros ya se le hicimos a la CVS y fue negada”, puntualizó.
Entretanto la comunidad mantiene el bloqueo y espera que las acciones de evacuación de presuntos lixiviados, comiencen a evidenciar sus primeros resultados.