Entre gritos y amenazas, en los audios filtrados por Semana, Armando Benedetti amenaza a Laura Sarabia con desatar el caos. El exembajador hizo alusión al proceso 8.000.

La Costa Caribe de Colombia pone presidente. Ese es un sonsonete que siempre se reencaucha en épocas electorales con respecto a cómo se vota en bloque en esta región.

No obstante, tras los explosivos audios publicados por la Revista Semana, en los que se escucha a un energúmeno Armando Benedetti reclamar espacios políticos a punta de putazos, advirtiendo que su frustración puede provocar un caos para Gustavo Petro, un internauta tuiteó: “Definitivamente la Costa quita y pone presidente”.

Si bien es incierto qué tan inmenso es el iceberg de la información confidencial que pueda tener el exsenador y exembajador en Venezuela, sus acusaciones evidenciarían que fue un puente importante para que presuntamente ingresara dinero de dudosa procedencia a la campaña presidencial que hoy tiene a Petro en el Palacio de Nariño.

A ese as bajo la manga ya se le comienza a llamar “Proceso 15.000”, pues Benedetti amenazó, en sus audios a Sarabia reclamándole un puesto político, que sus eventuales revelaciones serían tan cruentas como la caída de las Torres Gemelas, el 11 de septiembre de 2001, y las comparó con el proceso 8.000, por el que fue procesado el expresidente Ernesto Samper en 1995, por acusaciones de recibir dineros del Cartel de Cali para su campaña.

Cabe recordar que Benedetti fue uno de los alfiles más importantes en la campaña presidencial de Petro, designado especialmente a mover los hilos en la Costa.

“En el momento en que yo diga quién dio la plata aquí en la Costa, yo sé que es esa monda, tú que no sabes un culo de historia, lee cómo empezó el hijueputa (proceso) 8.000 y por qué empezó, ahí está la clave de todo lo que te va a pasar, y si tú crees que es un chantaje, cree que es un chantaje”, le dice Benedetti a Sarabia, amenazando con revelar de dónde salieron cerca de $15.000 millones que consiguió en esta región.

Un repaso

En 1994, el entonces presidente de Colombia, Ernesto Samper, fue acusado de haber recibido al menos 3,7 millones de dólares de parte del Cartel de Cali para financiar su campaña presidencial. Una historia que podría llegar a repetirse una vez más, si las insinuaciones que realiza Benedetti en aquellos audios, sobre el presunto ingreso de dineros irregulares a la campaña, provenientes de las gestiones que él realizó en el Caribe, buscando apoyos a la candidatura de Petro, se llegasen a comprobar.

La prueba reina en el caso de Samper fueron unos casetes difundidos por Andrés Pastrana, su rival político. En ellos se escuchaba al periodista Alberto Giraldo conversando con Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, exlíderes del Cartel de Cali, mientras reconocían haber entregado dinero a su campaña presidencial. El contenido de los “narcocasetes” –como se llamó en aquella época la filtración–, se puede comparar con los acalorados audios del exembajador Benedetti, que finalmente terminaron en manos de los medios del país.

En el caso de Samper, al final, y tras intensos debates en la Cámara, consiguió que su caso fuera cerrado. Con 11 votos a favor, y 43 en contra, se ordenó la preclusión, es decir, se solicitó que su caso fuera archivado y dejara de ser investigado por el Senado o la Corte Suprema de Justicia ante la falta de pruebas.

Un veredicto que hasta hoy causa resquemor, pues algunos consideran que hubo irregularidades en la manera cómo se llevó a cabo el proceso en su contra.

Por ende, de resultar ciertas las declaraciones de Benedetti, y con ellas sus amenazas de revelar el nombre o los nombres de quienes donaron el dinero a la campaña en la Costa, la justicia colombiana tendría elementos para iniciar una investigación en contra del actual presidente Gustavo Petro, su exjefe de gabinete Laura Sarabia, el mismo Armando Benedetti –a los que ya Fiscalía y la Procuraduría se encuentra indagando–, y de quienes también se encuentren implicados.

¿De quiénes serían los 15 mil millones de pesos?

Mucha frustración ha sido expresada en las redes sociales debido a lo expuesto por Benedetti en relación con el supuesto ingreso de capitales non sanctos a una campaña que se vendió como una alternativa de cambio.

Armando Benedetti aseguró que si él habla todos podrían ir a la cárcel. “No es mamando gallo, no es amenaza, porque tú me conoces. Yo no me voy a dejar mamar gallo, Laura, te lo juro por la vida de mis hijos que no pasará nunca, nos hundimos todos, nos acabamos todos, nos vamos presos, acabamos toda la hijueputa verga”, se escucha en uno de los audios.

Tras sentarse la polémica como un escándalo nacional que se volvió tendencia en todo lado, muchos se preguntaron sobre quiénes serían los supuestos financiadores costeños que se habrían ocultado debajo de la mesa.

En una entrevista con Vicky Dávila, Benedetti vincula a Nicolás Petro, diputado del Atlántico e hijo mayor del presidente Petro: “Yo tengo unos indicios por lo de Nicolás. Yo siempre he tenido unos indicios muy graves de lo que estaba pasando. Cuando sale la denuncia contra él, yo empiezo como a armar el rompecabezas, viajo a Cartagena, la semana siguiente y pregunto qué fue lo que pasó y me echaron unos cuentos”.

Recordemos que, en febrero pasado y también gracias a una entrevista con Semana, Day Vásquez (expareja de Nicolás Petro) contó que el hijo del presidente recibió plata para la campaña presidencial en la Guajira, de Santa Lopesierra (exnarco extraditado a EE. UU.); y en Bolívar, del empresario Alfonso Hilsaca, quien siempre ha negado este vínculo.

Por otro lado, según la periodista Laura Ardila, en Cartagena, Petro habría tenido el respaldo de William Montes y de Enilce López ‘la Gata’; en Córdoba, la campaña petrista tuvo apoyo económico y logístico de Bernardo ‘Ñoño’ Elías (en Sahagún), condenado por el caso Odebrecht; y de Zulema Jattin (en Lorica), vinculada con la parapolítica.

En la misma línea, en Atlántico siempre se dio por hecho el respaldo de los empresarios Euclides Torres y Pedro Flórez, integrantes del clan Torres Villalba de Puerto Colombia, quienes aportaron la plata y la logística, según fuentes de la campaña.

“Hasta ese entonces eran desconocidos en el petrismo local y nacional. Con el tiempo, Flórez fue recompensado con un puesto privilegiado en la lista cerrada del Pacto Histórico y hoy es senador electo. Para ello fue clave el senador Armando Benedetti, quien llegó hace poco al petrismo, pero se ha vuelto la mano derecha de Petro”, informó La Silla Vacía en su momento.

Y agregaron: “Benedetti y el clan Torres Villalba tienen una alianza desde hace casi una década que mezcla la política y la plata”.

Prestigio y gobernabilidad, en crisis

Armando Benedetti, entre sus reclamos y amenazas, también se refirió al exministro del Interior, Alfonso Prada, de quien dijo “se robó todo el ministerio con la mujer, el señor Roy, (…) todo hijueputa, todo (…)” aseguró Benedetti en los audios, en los que también mencionó a Roy Barreras, quien aún no se pronuncia al respecto.

Por estas acusaciones deberá de responder, ya que Prada anunció que interpuso una demanda contra él ante la Fiscalía, por daños a su honra y a su buen nombre.

Para Pedro Viveros, analista político, el Gobierno Petro con cada día que pasa pierde gobernabilidad y armonía entre sus diferentes instancias. “Esto impide sacar adelante la agenda de Gobierno y sus iniciativas en el Congreso. Yo nunca había visto que una reforma se demorara cuatro meses para pasar en una comisión de la Cámara de Representantes. Petro tiene peleas con las Cortes, con los diferentes partidos, con los empresarios, con los periodistas y con algunos países de la región, lo que repercute en su alta desfavorabilidad en las encuestas. En este momento creo que este proyecto político no saldrá adelante”, aseveró.

Además, según Viveros, el prestigio internacional está en el safacón. “Hoy al despertar vi que todos los medios de comunicación del mundo están hablando de este escándalo de interceptaciones, audios donde se habla de tramas y corrupción, e insidias políticas que involucran a funcionarios. Esto no le ha hecho nada bien a la imagen del presidente y del país en el concierto internacional”.

Una lógica diferente tiene el politólogo José Alejandro Sanín Eastman, quien considera que aún no se ha tocado fondo en credibilidad y gobernabilidad. “Solo es una situación difícil que con la suficiente información puede ser superada. Esta situación de polígrafo y chuzadas sin duda tendrá que ser aclarada por los funcionarios involucrados e investigada por los órganos de control. Al contrario de lo planteado, no creo que esta situación tenga la magnitud del proceso 8000 o las chuzadas de los gobiernos uribistas, más bien creo que esta situación quiere ser aprovechada por las fuerzas opositoras para distraer al Gobierno y a la opinión pública en este asunto, y así afectar el trámite de las reformas sociales que llevan su curso en el Congreso.

Por último, el periodista Alejandro Villegas concluye: “Este golpe, quizás, es un necesario campanazo para Petro decidir si quiere invertir los años que le quedan en las transformaciones posibles o en la incansable búsqueda de chivos expiatorios ante cada problema que enfrenta su administración”.

Fuente: El Universal

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