El Juzgado 20 con función de Control de Garantías legalizó la captura del ciudadano venezolano Wilkerson Slyke Hernández, quien fue capturado en flagrancia la tarde de este miércoles, tras su posible responsabilidad en la muerte del patrullero Edwin Caro Gómez.

La detención del hombre se llevó a cabo a las 3:15 de la tarde en la carrera 7 con calle 79 b, minutos después de que accionara un arma contra el patrullero Caro, en medio de un operativo que adelantaba con su compañero José Carvajalino.

Ambos miembros de la Policía Nacional se encontraban dando una ronda por el sector, cuando vieron a dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta negra que les parecieron sospechosos, por lo que decidieron pedirles papeles y realizar una requisa.

En un principio aceptaron y se bajaron del vehículo, pero cuando las autoridades les solicitaron revisar la maleta, se pusieron nerviosos y sacaron las armas calibre 38 que tenían escondidas en el bolsillo lateral y las accionaron en contra de los uniformados, causando la muerte de Caro.

Tras este hecho, Carvajalino reaccionó y abatió a uno de los delincuentes, quien luego vio como Hernández emprendió la huida por la carrera séptima con calle 79, sentido Norte, lo que generó que lo intentará seguir por varios metros.

“Se encontraba herido, así que decidió devolverse a socorrer a su compañero y a preservar el arma que se encontraba con el agresor, que estaba tendido al lado de él”, señaló la Fiscalía en medio de la audiencia de legalización.

Inmediatamente procedió a llamar a sus compañeros por radio, indicándoles que necesitaba de su apoyo, tanto en el lugar donde sucedieron los hechos, como de la ubicación del hombre que se encontraba corriendo tras el ataque.

Es así como Jonathan Andrés Macías Vaquero, quien pertenece al esquema de seguridad de una persona que trabaja en la Presidencia y que se encontraba cerca al lugar en su motocicleta, decidió perseguirlo, debido a que escuchó los disparos y ante la solicitud de apoyo.

“La gente me decía que ese hombre estaba armado por lo que yo empecé a gritarle que se detenga que levante las manos, pero él sigue corriendo, siempre con la mano en la pretina del pantalón y a la altura de la Fundación Centro Bolivariano, saca lo que tenía en la pretina y lo vota, y al ver esto acciono mi arma previo a gritarle que se detuviera”, narró el hombre.

Segundos después, el uniformado lo alcanzó, lo capturó y lo llevó hasta el lugar de los hechos, pero unas cuadras antes de llegar “la ciudadanía se le acerca y con cascos lo golpearon, además utilizaron patadas y puños, y el uniformado lo intentó defender con su cuerpo”, posteriormente lo entregó a Carvajalino, quien lo reconoció inmediatamente.

La Fiscalía también informó que la uniformada Angie Lizeth Lozano Urueña, minutos después del hecho, revisó las cámaras de seguridad del lugar donde Hernández lanzó el arma, para su posterior recuperación.

El ente acusador también cuenta con la versión de varios policías que apoyaron la labor minutos después de lo sucedido y la versión de una vendedora ambulante, que se encontraba en el sector y quien escuchó tanto la solicitud de la Policía como la reacción de los delincuentes.

La Fiscalía también dijo que el cuerpo del otro delincuente aún no ha logrado ser identificado y que todas estas pruebas demuestran que Hernández fue quien mató al patrullero Edwin Caro Gómez.

El Ministerio Público compartió la petición de la Fiscalía, mientras que el abogado defensor dijo que la Policía maltrató a su defendido y que la delegada de Medicina legal, también lo hizo.

Frente a estos argumentos proferidos por el abogado defensor, dijo que estos maltratos fueron realizados por las personas que se encontraban en el lugar y que no se podía probar que fueron los uniformados los que lo golpearon.

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