Cuando Álvaro Uribe Vélez ganó la Presidencia de la República por primera vez en el 2002, se empezó a hablar que entorno a él existía el llamado ‘uribismo pura sangre’, es decir un grupo de dirigentes en diferentes niveles que le eran muy leales a él.

Con el paso de los años el ‘uribismo pura sangre’ ha cambiado en sus militantes, pero hay una particularidad, la mayoría han sido mujeres, como la hoy empresaria Sandra Suárez y la senadora y exministra María del Rosario Guerra, quien lleva más de 15 años siendo escudera de Uribe Vélez.

Es de ahí que pareciera que ahora el expresidente y jefe del Centro Democrático parece estar pensando en que sea una mujer su candidato a la Presidencia de la República para la elección del 2022, para que la afirmación política que se ha vuelto popular de que “el presidente será el que diga Uribe”.

A diferencia de otros partidos e incluso de las coaliciones de centro e izquierda, en el Centro Democrático hoy se tienen cuatro mujeres con el propósito de ser presidenciables, todas ellas congresistas, tres senadoras Paloma Valencia, Paola Holguín y María Fernanda Cabal y la representante a la Cámara Margarita Restrepo. En la Coalición de la Esperanza sólo estaría la representante Angela María Robledo, quien no ha definido su participación en la misma, mientras que en el Pacto Histórico, estará la dirigente de los derechos humanos Francia Márquez.

Las precandidatas uribistas

Para los analistas, del ramillete de las cuatro mujeres uribistas precandidatas, a la que mejor le ha ido por estos días es a la senadora María Fernanda Cabal, la de posición más extrema derecha.

Para el analista político, Luis Estrada “ella durante el paro es la que mejor ha sabido aprovecharlo para consolidar su imagen. Sus planteamientos han llegado muy bien a ese nicho de extrema derecha que tiene el uribismo, que es en donde mejor se mueve ella”.

Precisamente esta semana Cabal evidenció que sí desea aspirar a la Presidencia de la República.

Por su parte, la senadora caucana Paloma Valencia también es vista como una dirigente muy fuerte, pero que tiene un discurso muy parecido a Uribe y no es tan propio como si sucede con Cabal.

Las otras dos precandidatas, la senadora Paola Holguín y la representante Margarita Restrepo, son igualmente dos ‘pura sangre’ de uribismo. Holguín, además de haber sido la tercer votación del CD en el 2018 para el Senado, se ha convertido en una defensora permanente del expresidente en los diferentes debates.

Restrepo, quien llegó por primera vez al Congreso en 2018, se ha ido consolidando como un representante que defiende mucho el tema de las niñez, la seguridad y ser otra defensora de Uribe.

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