La variante californiana del Covid-19 detectada en Córdoba por el Instituto Nacional de Salud, podría ser una amenaza adicional para el control de la pandemia del Covid-19 debido a que cuenta con la capacidad de eludir la inmunidad celular y tiene la posibilidad de aumentar su infectividad, es decir, su capacidad para invadir un organismo y provocar en él una infección.
La proliferación de las diferentes variantes del SARS-CoV-2 son una de las grandes preocupaciones para los científicos y epidemiólogos, quienes tratan de conocer al detalle el genotipo de las variantes más predominantes para saber sus particularidades y sus reacciones a las vacunas Covid-19.
¿Cuándo se identificó?
La variante californiana se identificó el pasado diciembre en Los Ángeles en una muestra que había sido recogida en julio. Hasta octubre no se encontró ningún nuevo rastro, pero su prevalencia en el Estado de California ha ido creciendo significativamente hasta alcanzar entre el 35% y el 44% de las muestras secuenciadas en enero, según un estudio publicado en la revista New England Journal of Medicine. Tres mutaciones en las espículas que el virus usa para penetrar en las células humanas la han convertido en sospechosa de ser generar más riesgo.
¿Es más contagiosa?
Los estudios publicados hasta ahora no son concluyentes. Grupos de investigación que secuenciaron la variante por separado, estiman que esta variante puede ser entre un 19 y un 24% más transmisible.
¿Es resistente a las vacunas?
Varios estudios sugieren que esta variante ha sido capaz de escapar a ciertos anticuerpos monoclonales y a algunos sueros de enfermos que han superado la enfermedad. Pero aún son necesarias investigaciones más exhaustivas para analizar cómo afecta a la inmunidad. Tampoco comparte la mutación Erik, la E484K, a la que se atribuye la resistencia a las vacunas de las variantes sudafricana y brasileña.