El gobernante peruano sostuvo que ha “guardado silencio” y ha sido “respetuoso” de estos planteamientos, pero anticipó que se siente en la obligación de salir a hablar frente a las críticas constantes de la oposición en el Congreso.

La oposición formalizó ayer en el Congreso de Perú un pedido de destitución del presidente, el izquierdista Pedro Castillo, por “permanente incapacidad moral”.

La moción fue promovida por la tercera vicepresidenta del Congreso, la derechista Patricia Chirinos, y presentada con 28 firmas, dos más del mínimo que exige la ley peruana para que, en primera instancia, se discuta su eventual admisión.

Para que el tema de fondo sea debatido luego se requieren 52 votos a favor, y para la eventual destitución del mandatario, 87 votos de los 130 congresistas.

En principio, analistas y medios locales señalan que la moción aún no tiene el apoyo necesario para que sea admitida a debate.

Entre los argumentos para considerar la “incapacidad moral” de Castillo está el presunto uso ilegal de fondos para su campaña electoral de este año, que hizo representando al partido marxista Perú Libre, del que luego se alejó.

También, un “debilitamiento del sistema democrático” de su país por “fortalecer las relaciones con gobiernos antidemocráticos como Venezuela y avalar la intervención de personajes extranjeros en asuntos internos”, entre los que se menciona al expresidente boliviano Evo Morales.

Los firmantes añaden que durante el gobierno de Castillo, que comenzó el pasado 28 de julio, se ha presentado un “debilitamiento de la libertad de expresión”, además de un “maltrato a medios de comunicación y negativa a rendir cuentas a la sociedad”, así como una “permisibilidad a la violencia contra la mujer”.

Régimen de sucesión

Por esos motivos, la moción señala “declárese la permanente incapacidad moral” de Castillo y su vacancia en el cargo para que se “aplique el régimen de sucesión” establecido en la Constitución peruana, que indica que el cargo debe ser asumido por su vicepresidenta, Dina Boluarte.

Sin embargo, políticos como el líder del partido ultraderechista Renovación Popular, Rafael López, adelantaron la semana pasada que la intención es destituir a Castillo y a Boluarte, por lo que el cargo sería asumido por la presidenta del Congreso, la derechista María del Carmen Alva.

Mientras que Alva debería convocar de inmediato a elecciones generales, López afirmó que esa norma debe ser modificada para que solo se llame a elecciones presidenciales y el actual Congreso, que dominan las agrupaciones de derecha, se mantenga.Castillo reta a la oposición peruana, como el partido de Keiko Fujimori, a pedir su destitución en la calle.

Aunque la presentación del pedido de destitución aún no ha sido respondido por el Ejecutivo, la semana pasada la primera ministra, Mirtha Vásquez, afirmó que esto puede representar un atentado “contra la voluntad popular y por ende contra la democracia” de su país y envió un oficio a la presidenta del Congreso para expresarle su preocupación.

La vicepresidenta Boluarte, quien también es ministra de Desarrollo e Inclusión Social, también le pidió al Parlamento “reflexionar para trabajar por un Perú unido” y aseguró que al gobierno no le “han dado un minuto de tregua”.

Castillo, por su parte, retó el pasado martes a los congresistas opositores que promueven su destitución a pedir su salida en las calles y en las plazas “y no dentro de cuatro paredes”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *