Actualmente, el porcentaje aplicado sobre estos ingresos es del 10%. Expertos creen que subirlo frenaría la dinámica inmobiliaria.

Hay nuevas pistas sobre los puntos que incluirá la próxima reforma tributaria, cuyo objetivo es recaudar —gradualmente— un monto de $50 billones adicionales, cifra que nunca se ha logrado en un ajuste fiscal.

José Antonio Ocampo, ministro entrante de Hacienda, ha hecho énfasis varias veces en que este texto estará enfocado en el impuesto de renta a las personas naturales con altos ingresos.

Y en ese universo de fuentes que pueden ajustarse, recientemente indicó que se estudia aumentar el porcentaje que los contribuyentes pagan sobre las ganancias ocasionales del 10% al 20%, después de haber dicho inicialmente que incrementaría a un 35%.Contexto

Luego de fijar la fecha de radicación del texto de la reforma tributaria ante el Congreso (8 de agosto), José Antonio Ocampo, jefe designado de la cartera económica, dijo a través de su cuenta de Twitter que no subirá la tarifa del impuesto a la ganancia ocasional a 35%, como se había especulado en las redes sociales.

Ocampo, que la semana pasada concedió entrevistas y dio una charla en la Universidad Sergio Arboleda, afirmó en una emisora que el equipo estaba analizando hasta dónde podrían subir este impuesto ya que “originalmente (era) de 35%.”.

La declaración fue el punto de partida de varios usuarios de Twitter que comenzaron a afirmar que el nuevo ministro tendría el deseo de aumentar la tasa a dicho monto. Ocampo, en respuesta, citó uno de estos tuits con el mensaje “que quede claro: yo no he anunciado ese impuesto”.

Precisamente, en un encuentro con varios gremios y cuyo anfitrión fue la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham), la semana pasada, el ministro designado sí afirmó -y en compañía de Luis Carlos Reyes, director designado de la Dian- que este impuesto subiría a 20% en su propuesta.

De acuerdo con el estatuto tributario colombiano, se entienden como ganancias ocasionales los ingresos obtenidos con la venta de activos fijos, como las viviendas, que el propietario haya tenido por dos años o más.

Además, entran aquí las herencias y las donaciones; las ganancias obtenidas mediante apuestas, rifas, loterías y similares que estén reguladas; las indemnizaciones por el cobro de algún seguro de vida y las utilidades restantes tras la liquidación de una sociedad.

Vale mencionar que la normativa también aprueba el cobro de este tributo sobre la ganancia percibida a través de los “sorteos de títulos de capitalización”.

Estos últimos, según explicó Wilson Triana, experto en el área financiera, son productos que ofrecen las aseguradoras, “en donde el cliente debe ahorrar una cuota fija mensual durante un tiempo definido”.

Pero mientras caduca el título, “el cliente tiene la opción de participar en sorteos periódicos en los que puede ganar, pongo de ejemplo, 100 veces la cuota que ahorra”, detalló Triana.

Juan Camilo Restrepo, exministro de Hacienda, corroboró que, actualmente, el porcentaje que se cobra sobre las ganancias ocasionales es del 10%, dijo. Y al ser preguntado sobre el peso que tiene este impuesto, contestó que “es importante pero no es uno de los tributos principales”.Las excepciones del impuesto

Este gravamen debe pagarse cuando el vendedor del inmueble o bien ha mantenido a este bajo su propiedad por más de dos años. Y también, cuando el activo fijo no se enajena en el giro ordinario de sus negocios productivos, es decir, cuando este hace parte del medio por el cual recibe sus ingresos.

$!Impuesto a premios, herencias y donaciones no llegaría a 35%, pero sí a 20%

Afectaría el ritmo inmobiliario

Alberto Rodríguez, gerente de la inmobiliaria Century 21, cree que incrementar la tasa de tributación sobre las ganancias ocasionales afectaría la dinámica comercial de la vivienda, especialmente en el segmento para los estratos 5 y 6, toda vez que en los 2, 3 y 4 la utilidad no es tan alta y por efecto de base gravable el impacto no sería tan fuerte.

“El tema de la inflación ha hecho que el precio de las viviendas ya haya aumentado. Y subir el porcentaje de un 10% a un 30% hará pensar a las personas si se vuelve contraproducente vender”.

Según sus cuentas, los traspasos en las casas de $500 millones para arriba se podrían desacelerar. Y desde su óptica, “Lo triste es que la persona que vende ese es porque quiere comprar vivienda nueva, si ellos se quedan quietos, se desincentiva el sector y la generación de empleos en el renglón de la construcción”. Por ello, consideró que es una iniciativa que debería revisarse con más cuidado

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