El país, el primero en la vacunación en el mundo, ha inmunizado a más de 15 millones de personas, quienes ya han recibido la primera dosis contra el SARS-Cov-2. El Gobierno británico decidió esperar tres meses para la segunda dosis.

El efecto de la vacunación masiva contra el coronavirus que se inició a principios de diciembre pasado empezó a hacerse palpable en la población del Reino Unido, especialmente entre las personas de mayor edad, según refleja un informe publicado ayer por la Oficina Nacional de Estadísticas británica (ONS).

Una de cada cinco personas en Inglaterra dio positivo por anticuerpos contra el SARS-Cov-2 en un análisis de sangre en los 28 días previos al 1 de febrero pasado, y la proporción se aumenta en mayores de 80 años, uno de los grupos de población que antes comenzó a recibir las dosis.

En el anterior informe mensual de la agencia pública, dado a conocer el pasado 19 de enero, uno de cada ocho individuos en Inglaterra tenía anticuerpos.

“Los efectos de los programas de vacunación han comenzado a aparecer”, subrayó Esther Sutherland, la responsable del equipo de estadísticas sobre la COVID-19 del organismo.

La ONS puntualiza que una parte de esa expansión de la inmunidad se explica asimismo por los altos niveles de infección de los últimos meses.

A principios de enero se alcanzó un pico de 68.053 contagios diarios, si bien esa cifra ha decrecido desde entonces y ayer se comunicaron 10.625 nuevos casos.

La cantidad de fallecidos también se ha reducido, un 25,6% en los últimos siete días, aunque ayer se indicó de 799 nuevas muertes, una cifra por encima de las 230 de ayer pero lejos de las 1.820 que se alcanzaron el pasado 20 de enero. Desde que el pasado 8 de diciembre una mujer de 90 años, Margaret Keenan, recibió la primera vacuna contra el coronavirus en el Reino Unido -fue inmunizada con el fármaco de Pfizer-, y se han administrado ya 15,57 millones de dosis.

El Gobierno decidió desde un primer momento retrasar la segunda dosis de todas las vacunas disponibles hasta 12 de semanas para acelerar la expansión de la inmunidad, por lo que hasta ahora tan solo se ha inoculado la segunda inyección preceptiva a 546.165 personas.

El jefe de Gobierno Boris Johnson espera evaluar durante los próximos días los efectos de las vacunas para decidir cuándo ha de comenzar a relajar el confinamiento que decretó a principios de enero, por el cual la mayoría de los comercios, bares y restaurantes permanecen cerrados, y se pide a la población que solo salga de casa por motivos esenciales.

El Ejecutivo británico ha anunciado hoy que asume las recomendaciones de un modelo elaborado por la Universidad de Oxford que identifica nuevos factores de riesgo a la hora de sufrir complicaciones severas por el coronavirus.

El modelo tiene en cuenta parámetros como el origen étnico, factores económicos y aspectos como la obesidad, e incluye a personas con síndrome de Down y a receptores de órganos entre los individuos más vulnerables.

A raíz de ese cambio de criterio, las autoridades han agregado a 1,7 millones de personas a la lista de ciudadanos de alto riesgo, en la que ya estaban anotadas 2,3 millones.

La mitad de esas incorporaciones todavía no han sido invitadas a recibir la primera dosis de la vacuna, por lo que el sistema sanitario les dará prioridad en las próximas semana.

Persiste temor por variantesPreocupa además especialmente la aparición de nuevas variantes del virus que puedan sortear la inmunidad que proporcionan las vacunas en el Reino Unido.Investigadores de la Universidad de Edimburgo descubrieron en el Reino Unido una nueva variante del SARS-CoV-2 potencialmente problemática, identificada como B.1.525, que guarda similitudes con la versión detectada en Suráfrica, que aparentemente disminuye la efectividad de los actuales anticuerpos. Hasta ahora se han detectado 38 muestras de esa mutación en el país, dos en Gales y 36 en Inglaterra.

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