El Parlamento ruso aprobó ayer por unanimidad el reconocimiento de la independencia de Donetsk y Lugansk, al tiempo que autorizó el envío de tropas allí.

Estados Unidos y la Unión Europea han reaccionado con contundencia y sanciones a la decisión del presidente ruso, Vladímir Putin, de reconocer la independencia de las repúblicas separatistas prorrusas de Donetsk y Lugansk, en la región oriental ucraniana del Dombás, adonde sopesa enviar tropas tras recibir el apoyo unánime del Parlamento de Rusia.

En un discurso desde la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, consideró ayer que la decisión de Putin supone una “violación flagrante del derecho internacional” y demanda una respuesta firme de la comunidad internacional.

Biden anunció, además, que a partir de mañana también se impondrían sanciones a miembros de las familias de la elite rusa.

Aunque calificó las acciones de Putin como “agresión”, Biden estimó que una salida diplomática todavía era posible. “Todavía hay tiempo para evitar el peor de los casos que traerá un sufrimiento incalculable a millones de personas”, dijo.

En respuesta a la decisión de Putin, Biden anunció la imposición de la primera ronda de sanciones económicas contra Rusia, con el objetivo de aislarla del sistema financiero occidental.

“Es una flagrante violación del derecho internacional, de la integridad territorial de Ucrania y de los acuerdos de Minsk”, afirmaron el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la Presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.

Para el secretario general de la Otan, Jens Stoltenberg, todo indica que Rusia “sigue planeando un ataque a gran escala contra Ucrania”.

Al mismo tiempo el presidente estadounidense anunció el envío de soldados a los países bálticos -Lituania, Estonia y Letonia, miembros de la Otan y de la UE-, en respuesta a los movimientos de Rusia en Ucrania, si bien recalcó: “No tenemos intención de luchar contra Rusia”.

Los ministros de Exteriores de la Unión Europea acordaron en París un primer paquete de sanciones contra Rusia, según anunció el jefe de la diplomacia francesa, Jean-Yves Le Drian.

“La situación es muy grave” y “nos hemos puesto de acuerdo por unanimidad en un primer paquete de sanciones”, dijo Le Drian en una rueda de prensa junto al alto representante europeo para la Política Exterior y de Seguridad, Josep Borrell.

Las sanciones afectarán a los bancos que financian las operaciones militares rusas en esos territorios separatistas y al comercio con los Veintisiete de esas áreas en el este de Ucrania.

Alemania, con el aplauso de EE.UU., decidió bloquear la certificación del gasoducto ruso Nord Stream 2, controlado por el gigante energético ruso Gazprom, ya terminado y construido con participación de empresas alemanas, que está destinado a transportar directamente gas desde Rusia al oeste de la Unión Europea con entrada por territorio germano y evitar así el tránsito a través de Ucrania.

“No puede haber certificación” de esa infraestructura, afirmó ayer el canciller alemán, Olaf Scholz en una comparecencia ante la prensa en Berlín en la que aseguró que “la situación ha cambiado” tras el reconocimiento por parte de Moscú de las autoproclamadas repúblicas prorrusas del Donbás.

Scholz dijo que el Gobierno alemán y los de sus socios de la Unión Europea anunciarán “de manera coordinada” durante el día de hoy las sanciones que impondrán a Rusia por lo que denominó una “ruptura” de Rusia de los acuerdos internacionales firmados por Moscú en las últimas décadas.

El gasoducto fue terminado en septiembre de 2021, pero desde entonces ha estado pausado, pendiente de la certificación final de Alemania y la Unión Europea (UE), y en medio de la dura crisis energética que ha disparado los precios del gas por todo el continente europeo.

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