El exvicepresidente aseguró que hay un “paquetazo legislativo” que el Gobierno quiere aprobar en cuestión de días. El presidente del Senado le respondió que el Gobierno está siendo “eficiente”.

El exvicepresidente Germán Vargas Lleras aseguró que en el Congreso hay una “dictadura”. Esa declaración se da justo después de que el legislativo aprobara la ratificación del Acuerdo de Escazú, un pacto internacional para la protección del ambiente que se estaba estudiando desde la administración anterior, pero que no había conseguido el visto bueno de los congresistas.

Ese respaldo al tratado para proteger a los líderes ambientales y los territorios, que no gustó en los sectores del Centro Democrático y Cambio Radical (el partido que lidera Vargas Lleras), forma parte de lo que el exvicepresidente denominó como un “paquetazo legislativo”.

Según Vargas Lleras, el Congreso pretende evacuar una robusta agenda “sin mayor debate, a pupitrazo y votando decenas de artículos en bloque” para tramitar los debates de varios proyectos que están entre las prioridades del presidente Gustavo Petro.

La Casa de Nariño, a través de su bancada mayoritaria en Congreso, le puso el acelerador a la gestión del presupuesto para 2023, también la ley de orden público que traza las reglas de juego de las negociaciones con insurgentes –necesaria para la paz total que prometió el mandatario–, también a la reforma política y a la regularización del cannabis de uso adulto. Esos dos últimos requieren ocho debates porque se trata de reformas de acto legislativo que modifican la Constitución.

A ese catálogo de proyectos que enunció el exvicepresidente en su columna dominical se suman la Corte Agraria, el nuevo Código Electoral y la reforma tributaria para incrementar el recaudo del Estado con la finalidad de financiar más programas sociales que está moviendo el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo.

El presidente del Senado, Roy Barreras, le respondió a Vargas Lleras: “No hay dictadura en el Congreso, hay eficiencia y, al contrario, el Congreso del cambio se renovó en más del 60% y los partidos históricos se liberaron y se sintonizaron con los vientos del cambio. Falta un partido aún bajo coyunda autoritaria”.

Entre líneas, Barreras hace referencia a Cambio Radical que optó por declararse como partido independiente, a pesar de los guiños del Pacto Histórico de sumarlos al robusto grupo de colectividades de gobierno. Si bien los del grupo de Vargas Lleras están parados en la línea del medio en el Congreso, en la práctica han estado votando como la oposición que representa el Centro Democrático.

El detonante de la “dictadura en el Congreso” que cita Germán Vargas Lleras fue la aprobación del Acuerdo de Escazú. El llamado de atención del exvicepresidente es que “este tratado, para decirlo sin eufemismos, hará inviable cualquier proyecto de desarrollo en el país, aumentará la inseguridad jurídica y multiplicará los tiempos y la incertidumbre en los procesos de licenciamiento”, según escribió en su columna en El Tiempo.

Roy Barreras le dijo a Vargas Lleras que en su tiempos de vicepresidente fue “muy eficiente” en su relación con el Congreso. “Entiendo que no le gustó que aprobáramos Escazú, la Ley de Orden Público y las reformas Política y tributaria en los tiempos previstos. Él también está en ‘resistencia’ al cambio”, sentenció el presidente del Senado.

La agenda del Gobierno dentro del Congreso es robusta y este martes tendrá un ingrediente más con la presentación del proyecto de ley que crea el Ministerio de la Igualdad que liderará la vicepresidenta Francia Márquez, otro proyecto que genera reparos en los escasos congresistas que no están en la bancada del Gustavo Petro.

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