Durante el domingo, 4 de septiembre, los chilenos salieron a votar masivamente y con un 62,2% rechazaron la propuesta de una nueva Constitución que había sido propuesta por el presidente Gabriel Boric.
Así las cosas, en Chile decidieron mantenerse con el texto heredado de la dictadura, mientras que un 37.8% intentó establecer una nueva Carta Magna que buscaría poner en marcha muchos puntos de derechos sociales.
Nada más confirmarse la tendencia en las urnas, decenas de personas comenzaron a festejar, en especial en los barrios acomodados de la capital, donde el rechazo ganó por más de 10 puntos de diferencia.
Una brecha similar a la que se produjo en Valparaíso, que junto a la región metropolitana de Santiago de Chile y Viña del Mar, suman cerca de la mitad de los más de 15 millones de personas llamados hoy a las urnas.
«Hoy día no hay ganadores ni perdedores. Hay chilenos que nos tenemos que volver a encontrar», dijo el líder de la campaña del «Rechazo», Claudio Salinas.
La prensa local reveló que el presidente de Chile, Gabriel Boric, ha convocado a los líderes de todos los partidos políticos a una reunión este lunes en el Palacio de La Moneda para analizar los resultados.
La noticia se conoce en medio de las proyecciones que con apenas un 25 % del voto escrutado dan la victoria a los seguidores de opción del rechazo de la nueva Constitución, que mantendría en vigor la actual Constitución, escrita en 1980 durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y reformada de forma parcial en democracia.