Una joven de 23 años sufrió fuertes puños, patadas y hasta una amenaza a cuchillo por parte de su expareja sentimental. La Policía capturó al agresor.

Embarcarse en una relación sentimental se ha convertido en una ruleta rusa para muchas mujeres colombianas, quienes se enamoran del hombre equivocado, se someten a la ley del aguante y cuando por fin deciden ponerle punto final a tanto suplicio resultan firmando prácticamente su condena de muerte.

Para no ir más lejos, en la madrugada de ayer se registró un aterrador caso en el municipio de San Francisco de Sales (Cundinamarca). La víctima fue Paola, una joven de 23 años que decidió terminar la relación con el padre de su hija, con quien vivía en la localidad de Bosa (en el sur de Bogotá) y decidió irse a vivir con su madre y pequeña (de 1 año y medio) a la vereda de Sabaneta.

Pero el mismo hombre que algún día juró amarla y cuidarla terminó buscándola con la intención de asesinarla, pues “si no es para mí, prefiero verla muerta”, como se lo sentenció.

Crudo relato a Q’HUBO
“Yo iba saliendo para el trabajo, soy monitora de ruta, tipo 5:10 a.m. Antes de salir yo recibí una llamada de él, nosotros tenemos contacto por la niña y soy consciente que él es el papá y tiene todo el derecho de hablar con ella. Me preguntó qué estaba haciendo y yo le dije que no me molestara, porque iba saliendo al trabajo y no me iba a poner a hablar con él. Le colgué. Al ratico, cuando iba bajando por una curva, escuché pasos en la parte de atrás, alguien estaba caminando detrás de mí. Yo no sabía que se trataba de mi ex, así que lo que hice fue correr, gritar y estaba muy asustada.

Él me alcanzó, me tapó la boca y me llevó al monte. Ahí empezó a agredirme, a pegarme puños y patadas, me amenazó con un cuchillo y me echó un líquido que olía a gasolina. Empezó a tratarme mal, a decirme que era una perra. En ese momento vi que alguien bajaba con una linterna, porque yo grité muy duro, y ahí el me amenazó, me dijo que no me quería ver más por acá y que a la próxima me iba a prender candela, porque yo solamente le pertenecía a él. Ahí él salió a correr, la patrulla de la Policía llegó y lograron capturarlo”, le contó Paola ayer a Q’HUBO. Y continuó.

“Durante la relación él era agresivo. A veces me violentaba muy feo, me obligaba a tener relaciones sexuales con él y más de una vez me forcejeó y me lastimó. Ya inicié una demanda en contra de él, porque viajó hasta acá con la única intención de hacerme daño. Lo que yo quiero es que él esté en la cárcel, porque una próxima vez puede que no consiga ayuda y me mate o le haga daño a mi hija”.

Fuente. QHubo Noticias

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