Desde el 9 de abril del año 2019, 40 familias se convirtieron en sujetos de restitución, luego de les fuesen otorgados sus predios en inmediaciones de la parcela El Tesoro, en el corregimiento Palmira del municipio de Tierralta.

Sin embargo, la formulación y puesta en marcha de un proyecto agropecuario fue lo que verdaderamente llenó de esperanzas a estas personas, que sufrieron de cerca los estragos del conflicto armado.

Ahora, con predios propios y con el desarrollo de iniciativas que les permiten garantizar la seguridad alimentaria de sus comunidades, mientras se abren un espacio en el espectro comercial, los residentes de El Tesoro avanzan en actividades ganaderas de doble propósito.

“Unos meses después de la entrega oficial del predio empezamos el proceso de organizar una asociación para la ejecución del proyecto productivo. Empezamos con lo que fue la legalización de la asociación, la parte de ejecutar el proyecto, de asociarnos, de formular el proyecto que es algo que me gustaría destacar, que fue un proyecto diseñado desde el territorio”, señaló Daniel Causil, beneficiario de restitución.

De esta forma se conformó la Asociación de Parceleros Retornantes de El Tesoro, y con ello, las familias restituidas vieron en las condiciones del terreno la oportunidad perfecta para aprender sobre nuevas formas de desarrollar la ganadería.

“Hicimos el diagnóstico de las tierras, para ver qué línea productiva podríamos implementar acá. Se dieron las condiciones para lo que fue la ganadería de doble propósito, se dividió entre lechería y levante”, explicó.

Con un horizonte definido, los pequeños productores de El Tesoro invirtieron sus recursos económicos en la compra de las primeras cabezas de ganado, con las que se empezó a gestar esta red que ya empieza a cosechar sus primeros frutos.

El trabajo no paró allí, en coordinación con la FAO los integrantes de Asodepart se capacitaron en modelos silvopastoriles, por lo que sus actividades agropecuarias combinan la ganadería con la siembra de árboles forrajeros, maderables y frutales.

“Estamos trabajando con la FAO en lo que tiene que ver con la reconversión ganadera, que es la forma actual de hacer la ganadería. Tenemos conocimiento de que la ganadería es uno de los sectores que más contamina, pero vamos a tratar de hacer algo diferente, por lo que estamos implementando lo que son los modelos silvopastoriles”, reseñó.

A la fecha, los retornantes de El Tesoro, quienes alguna vez fueron obligados a abandonar sus predios, cuentan no solo con una asociación, sino también, con un centro de acopio para sus productos que ya son el centro de atención en las alianzas comerciales que se han tejido con empresas lecheras y ganaderas.

Daniel es solo uno de los hijos de la violencia, la misma que años atrás le arrebató sus propiedades a sus padres, y aunque su progenitor murió sin poder llevarse la alegría de retornar a su territorio, coincide en que es una forma de rendir tributo a quien le dio la vida y de construir en unidad un mejor futuro, labrando la tierra que lo vio crecer.

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