Este miércoles, Álvaro Hernán Prada, representante por el Centro Democrático, renunció a su curul en la Cámara. Prada está vinculado al caso del expresidente Álvaro Uribe por supuesta manipulación de testigos. Con esta movida, su caso pasará de la Corte Suprema de Justicia a la Fiscalía.

En plena sesión de la Cámara, Prada leyó ante los demás representantes su decisión de renunciar a su investidura como congresista. “Con dolor en el alma presento renuncia a mi curul como representante a la Cámara”, anunció Prada en la plenaria al leer su carta dirigida al presidente de la Cámara, Germán Blanco.

Prada aseguró que su renuncia se debe “al deterioro de la calidad de las relaciones políticas en Colombia” e insistió en la tesis de la persecusión en su contra y del expresidente Uribe. Y señaló que, “una vez haya claridad sobre este tema”, buscará volver al Congreso obteniendo una curul en el Senado.

“En los últimos años hemos asistido a un grave deterioro de la calidad de las relaciones políticas en Colombia, que se expresa, principalmente, en una constante confrontación, una inquietante degradación de los procedimientos y en el envilecimiento del discurso público”, dijo para añadir que “(…) por mi inquebrantable solidaridad con el expresidente Álvaro Uribe Vélez he sido víctima de una injusta acusación por hechos de público conocimiento que solo pretenden enlodar al expresidente a costa de mi buen nombre”.

En ese sentido, insistió que “nunca he cometido un acto ilegal” y, a continuación, criticó el actuar de la Corte Suprema de Justicia –su juez natural como congresista–: “Mientras que la sala de instrucción de la Corte Suprema de Justicia me negó practicar 15 pruebas solicitadas con las que se demuestra mi inocencia, la Fiscalía General solicitó la preclusión del caso del expresidente”.

En su carta de renuncia también fue lanza en ristre contra el senador Iván Cepeda, acreditado como víctima en el proceso judicial. “Durante más de tres años, el senador recorrió establecimientos carcelarios para entrar en contacto con delincuentes peligrosos en búsqueda de una acusación sin sustento contra el expresidente, con las consecuencias que conocemos”, afirmó.

“Dentro de las cosas más absurdas de este proceso es la forma como me involucran en el mismo. Lamentablemente, he tenido que vivir la vulneración de mis derechos fundamentales, como el de la defensa y el de la presunción de inocencia, lo cual no solo ha causado sufrimiento en mí, sino a toda mi familia”.

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