Francisco Avella Esquivel, PhD. en Epistemología de la Geografía, sociólogo y docente de maestría de la Universidad de Córdoba, reclamó la constitución de una ley del mar que evite el levantamiento de ciudades del Caribe sobre áreas que, en por lo menos, 30 o 40 años van a estar inundadas por el mar, además de la creciente erosión natural y antrópica que debilita el litoral.

Puso de ejemplo a la ciudad de Santa Marta, donde dijo, “se construyen edificios en una zona que en un tiempo se va a inundar y el de Bocagrande (Cartagena) donde a lo largo del tiempo las embarcaciones van a poder llegar a los primeros pisos de los edificios. Será la Venecia tropical”, expresó.

 

El académico dijo que el tema de la erosión natural y antrópica es mundial y en el caso de nuestras costas, los recursos se han explotado a favor del hombre, para construir puertos, playas turísticas, obras físicas, entre otras maneras de intervenir el litoral.

“La naturaleza no ha sido estudiada sino para obtener beneficio para los hombres, a lo largo de todos los litorales. No sólo es enfrentar la erosión, sino también el aumento del nivel del mar, que va a requerir obras gigantescas, rígidas y que sólo sirven puntualmente para defender un puerto o un área costera, pero no para detener las inundaciones en la cantidad como se van a presentar en el futuro”, dijo Avella Esquivel.

La idea de lo que se vería en el futuro – explicó – es lo que pasó recientemente en el centro histórico de Cartagena, cuya inundación causó estragos en la movilidad y planteó la necesidad de tomar determinaciones a gran escala, como los modelos holandeses para controlar o enfrentar los niveles del mar.

Advierte que, estos procesos naturales no se pueden combatir con la ingeniería, que está hecha para una serie de fenómenos puntuales, pero no para procesos generales.

“Existen leyes y decretos que nadie aplica, aunque se han hecho grandes esfuerzos por entidades como Invemar, la Marina Colombiana, el Centro de Investigación Oceanográfica y la Comisión Colombiana del Océano. Sin embargo, siguen existiendo muchos intereses comerciales por apropiarse y rentar el paisaje, construir edificaciones por montones para sacar plata, pero no hay interés realmente en la línea de costa”, sostuvo el experto en erosión.

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