La nominación dividió la opinión. Hay quienes creen que debería lograrse la firma de un acuerdo con alguno de los grupos que participan en los diálogos vigentes para que se justifique la nominación del presidente al premio.
El diputado noruego y ecologista, Rasmus Hansson, postuló al presidente de Colombia, Gustavo Petro, al premio Nobel de Paz, por su política de paz y la promoción del diálogo entre los actores armados.
“Él muestra en la práctica que el diálogo con los actores armados puede ser un medio eficaz para solucionar conflictos y reducir la violencia», expresó Hansson y agregó que “Petro promueve una política de paz creadora, moderna e integral».
Tras conocer la postulación, el presidente Petro señaló que seguirá trabajando por la paz. “Agradezco a Rasmus Hansson que me haya nominado al premio Nobel de la Paz. Seguiremos con todo lo que tenemos por la paz de Colombia», manifestó el presidente Petro en su cuenta de X (antes Twitter).
Sin embargo, el anuncio no cayó del todo bien en todos los sectores políticos. Por ejemplo, la senadora del Centro Democrático, tras conocer la noticia recordó que tres dictadores históricos acusados por cometer crímenes de lesa humanidad, también habían sido nominados a este premio.
«Hitler, Mussolini y Stalin fueron nominados al premio Nobel de paz», escribió en cuenta personal de X.
Por su parte, la senadora María Fernanda Cabal, siendo una de las caras más visibles de la oposición, se remitió a los datos para señalar que desde que se posesionó “van 137 masacres con 465 muertes, 262 asesinatos de líderes sociales y en 6 meses de negociación con el ELN los terroristas ejecutaron 35 secuestros y 43 homicidios”.
Mientras que el líder de Salvación Nacional, Enrique Gómez, aseguró que: “Parece ser que entregar el país a los guerrilleros es el principal requisito para el Nobel de Paz” y luego continuó diciendo que Gustavo Petro está “formando y definiendo una alianza con los peores dictadores de la tierra como Maduro, Putin y los Castro”.
Fuente: Vanguardia.com