Un fuerte llamado hacen los habitantes del barrio Nuevo Milenio, en el sur de Montería, a las autoridades gubernamentales para que volteen sus miradas hacia la comunidad y brinden ayuda inmediata ante las inundaciones que presentan sus viviendas por la creciente del río Sinú.

Atemorizados por perder sus pertenencias y quedar totalmente damnificados, las familias de 12 casas que ya están con el agua adentro, comenzaron a sacar sus enceres para evitar ser sorprendidos de nuevos por una subida en los niveles del caudal que amenaza en la zona.

Marlene Montero, una de las habitantes que está incluida dentro de las 100 familias en riesgos por vivir a orilla del río, manifestó que el miedo de ellos es latente por temor a que las casas queden totalmente llenas de agua y que las pérdidas sean mayores.

“Los niveles del río bajan y suben y nosotros tenemos miedo de que el agua se nos meta a las viviendas. Necesitamos ayuda y una pronta reubicación. Ya no queremos seguir aquí porque cada vez que el río crece se presenta este problema”, expresó Montero.

Por otro lado, Cristian David Sepúlveda, quien trabaja como arenero en la zona, indicó que las amenaza por las nuevas inundaciones las vienen presentado desde hace un mes aproximadamente y las autoridades de la Alcaldía de Montería no les han brindado la ayuda pertinente.

“Hasta el momento nadie ha venido a observar el daño que nos ha causado el agua en las viviendas, donde se nos han mojado la cama y hemos tenido daños de electrodomésticos como televisores y otros artefactos”, indicó Sepúlveda en medio de su habitual faena.

También alzó la voz de preocupación Doris Almanza Luna, residente del referido barrio, quien al unísono de la petición de otros pobladores pidió por la reubicación para que puedan vivir dignamente.

“Aquí estamos con miedo porque el agua no avisa cuando va a llegar. Necesitamos que nos colaboren, que nos reubiquen, aquí hay dengue y muchos niños y adultos mayores que viven en riesgo por diferentes enfermedades”, manifestó la afectada.

Sin duda alguna, el problema en Nuevo Milenio es latente. Las familias esperan por las ayudas gubernamentales para salir de esa zona riesgosa, donde sus vidas están en peligro.

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