Han pasado 205 días desde que María Benilda Mosquera Gabalo llegó a un centro asistencial de la ciudad de Montería debido a un accidente de tránsito. Aunque las razones de su ingreso estuvieron relacionadas con lesiones físicas, rápidamente los profesionales de la salud notaron que era necesario brindar apoyo para superar otros padecimientos.

El reconocimiento que esta mujer tiene en la ciudad, hizo que de manera periódica la administración municipal de Montería emitiera comunicados que dieran cuenta de la evolución médica que registraba, al punto de que el pasado viernes, 20 de enero, finalmente se anunció su salida del centro asistencial.

La mejoría es notoria, basta con ver las fotografías para evidenciar que su cuerpo ha sido agradecido con la atención y alimentación que ha recibido. Con mejor semblante y caminando sin mayores dificultades, este ícono monteriano ahora pasó a formar parte del grupo de abuelitos que se encuentra en el Centro de Vida Perpetuo Socorro.

“La recibimos con todo el amor en el Asilo, un lugar donde estará acompañada de un gran equipo humano, con la atención en salud, cuidados y cariño de los demás adultos mayores”, dijo la gestora social Antonella Vega.

Quizás a este punto todavía te preguntes quién es el personaje al que pertenece el nombre antes mencionado, o puede ser que la fotografía haya ayudado a identificarla. Sí, se trata de la popular ‘Popó’, un seudónimo que por años en el imaginario de los monterianos ha estado asociado a las condiciones de vida de una población vulnerable.

Precisamente por ello, es que quizás debemos empezar a reconocer que detrás del personaje que muchas veces fue protagonista de situaciones ‘jocosas’ y otras que merecen ser objeto de reflexión (puntualmente las campañas políticas), se encuentra un nombre propio, o que sencillamente el imaginario ahora deba ser el de la superación.

Situaciones como las que han rodeado la vida de María Benilda no son exclusivas, afectan a decenas de ciudadanos con los que nos topamos en las esquinas. Este aspecto en particular merece ser tomado en cuenta para evaluar indicadores de salud mental, de adicciones y de cualquier otro flagelo que lleva a las calles a seres humanos.

Asimismo, también puede ser considerado como un campanazo de alerta para los encargados del diseño de políticas públicas que propenden por la atención de la población vulnerable, en cualquiera de sus campos.

Este caso particular llega a generar emoción en quienes conocen a María. Por ahora seguirá recuperándose y ya logró la integración con el grupo que la acompañará en los próximos días.

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