La mayoría de las recetas para disminuir los efectos del alcohol o prevenir la resaca sirven de poco (o nada), sobre todo si el consumo ha sido claramente excesivo. A esta constatación hay que agregar que las evidencias científicas más recientes descartan los beneficios para la salud incluso de la ingesta moderada de alcohol.

Entonces, aparte de recomendar que se reduzca (o incluso evite) el consumo de alcohol en estas Navidades, ¿se puede decir algo más? Sí, claro que se puede. Además de insistir en la moderación, se pueden ofrecer consejos para que esa copita que nos tomamos en Nochebuena o en Nochevieja nos siente algo mejor.

Beber con el estómago lleno

El alcohol llega al torrente sanguíneo de manera rápida, en relación directa con la graduación alcohólica. Pero en su metabolismo influyen diversos factores, entre los que se encuentra la alimentación.

Por lo tanto, hay una certeza con la que se puede contar, según confirma Mónica Pérez García, presidenta de la Asociación de Extremadura de Dietistas-Nutricionistas, del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas: “Beber con el estómago lleno ralentiza la absorción del alcohol”. Y agrega que este efecto de retardo en la absorción lo propician, sobre todo, “los alimentos ricos en hidratos de carbono (pan, pasta, cereales integrales, legumbres), proteínas y grasas (aceite de oliva, frutos secos, aguacate, pescado azul)”.

La comida rica en grasas, proteínas e hidratos de carbono ralentiza la absorción del alcohol.

En cambio, los azúcares, al absorberse rápidamente, no ejercen esa función. Especialistas, señalan, en este sentido, que los refrescos azucarados “favorecen la absorción del alcohol; por ello, el consumo de combinados puede ser todavía peor”.

También aclaran que ningún alimento “va a compensar los efectos nocivos del alcohol. No obstante, si uno va a ingerir bebidas alcohólicas, “quizás el consumo de verduras-hortalizas, caldos, frutas, infusiones… puede ser interesante para incrementar la ingesta de agua y antioxidantes”.

La importancia de la hidratación

Precisamente, se recomienda hidratarse y beber agua antes, durante y después de la ingesta de alcohol ya que, “el alcohol deshidrata y el agua permite una mayor dilución en sangre”. Es más, considera que el agua “es la bebida que debería ser principal y fundamental también en las comidas navideñas”.

“Como una parte de los síntomas del exceso de alcohol pueden ser debidos a la deshidratación, beber abundantes líquidos podría reducir muy ligeramente la resaca, al menos solo la pequeña parte debida a la deshidratación”, explican.

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