En las últimas horas se conoció el nombre de quien sería el presunto responsable de asesinar a Juan Esteban Alzate, de 15 años, el pasado 8 de octubre en un bus articulado de TransMilenio.

Una fuente informada de la Sijín confirmó que el presunto asesino del menor fue identificado como Gustavo Adolfo Agamez, alias Costeño, natural de Montería.

  Al parecer, el hombre ya habría sido capturado por las autoridades y estaría a la espera de ser presentado ante un juez de control de garantías.

De acuerdo con el dictamen médico del menor, el hombre le habría propinado dos heridas mortales en el tórax con un arma blanca. El hecho se dio luego de sostener una discusión porque Alzate le habría pisado el zapato al agresor. 

Nuevos detalles sobre el crimen

Estefanía Ceballos, la madre del joven Juan Esteban, asesinado el sábado 8 de octubre, dio detalles del escabroso momento en el que atacan a su hijo y le quitan la vida. «Hablo porque quiero que se haga justicia. Mi hijo era un joven juicioso que solo se dedicaba a estudiar y que no tenía problemas con nadie«.

Dijo que el asesino le pidió de forma ofensiva y humillante que se arrodillara y que le pidiera perdón por haberlo pisado. «Eso fue terrible. De cuándo acá esa agresividad en el sistema». Añadió que para poder llevar a cabo las honras fúnebres y hacerle la despedida final a su hijo tuvo que recibir ayudas.


También contó que cuando Juan Esteban fue atacado murió delante de su novio y una amiga. «Yo no sé si esto tuvo que ver. Pero el hecho de que mi hijo fuera homosexual no tenía por qué ser atacado de forma tan violenta. Desde los ocho años él tenía definida su orientación sexual».

Recordó que todo inició en la estación Ricaurte. «Mi Juan Esteban se disculpó, pero cuando ya se dio cuenta que le estaban pidiendo que se tirara al piso, pues él se negó. Sí, lo encaró y ahí fue cuando el asesino sacó una navaja y, sin pensarlo, lo apuñaló en el pecho».

La madre del joven dice que nunca olvidará el momento en que lo llamó la pareja de su hijo, llorando, a decirle que habían matado a su hijo. «Su voz, nunca la olvidaré. A mí se me desmoronó el mundo. Luego me dijeron que estaba en cirugía en el Santa Clara, pero no pudieron hacer nada. Mi hijo murió».

Hoy este joven es llorado por sus cinco hermanos. «Es mentira cuando dicen que nuestra relación era mala. Él decidió irse a vivir con su pareja, y eso es respetable. Yo siempre fui papá y mamá para él. Siempre lo comprendí y lo ayudé. Él me visitaba mucho. Venía a almorzar o me pedía onces». De hecho, el joven estaba validando tercero y cuarto de primaria en la jornada nocturna del colegio Fernando Mazuera.

Este terrible sueño acabó con la vida de un joven que soñaba con ser modelo y vivir en Estados Unidos. Quería trabajar y enviarle dinero a su familia para ayudarla. «Me quitaron a mi hijo, lo que más puede amar una madre, y por una pisada. Qué tristeza».

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