La primera semana de agosto de este año, el precio del kilo del novillo gordo en pie cayó 12,5%. En ese mismo periodo, el valor de la carne de res se incrementó 3,9%.

Según la Federación Nacional de Ganaderos (Fedegán) entre enero y la primera semana de agosto de este año el precio del kilo del novillo gordo en pie cayó 12,5 %. En ese mismo periodo, el valor de la carne de res se incrementó 3,9 %.

Mientras que, por otro lado, a nivel mundial, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en julio, la carne de bovino registró una caída de 0,6 %.

El panorama en Colombia sobre la producción agropecuaria venía siendo favorable, según el docente de la Universidad Antonio Nariño (UAN), Fabián Cruz, experto en mercadeo y producción animal: “Si bien en conjunto, el subsector agropecuario fue de los pocos que crecieron durante los años 2020 y 2021, especialmente halados por la silvicultura, la extracción de madera y en parte por la ganadería bovina, en la actualidad el sector está sufriendo una pausa en su crecimiento”

Lo anterior, sumado a diferentes hechos coyunturales como el cambio de gobierno, una posible crisis económica, cambios de consumo de carne en las personas, etcétera, lo que tiene a la expectativa tanto a los ganaderos como a los consumidores.

Por otro lado, el docente de la UAN, asegura que “la economía y la producción no son indicadores absolutos de sostenibilidad para el sector. En ese sentido, los indicadores sociales son componentes que deben ser considerados en los procesos de desarrollo, sin embargo, estos se han venido empobreciendo en las últimas décadas en Colombia”.

Tendencia

En este contexto, también es válido afirmar que, según cifras de Fedegán, existe una tendencia mundial a la baja del precio por kilo de ganado y en consecuencia, una caída del precio de la carne. Sin embargo, en Colombia parece ser lo opuesto, aunque el precio de la materia prima disminuye, el producto final aumenta.

Para explicar este fenómeno, Fedegán afirma que “un análisis realizado por la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de la Federación Colombiana de Ganaderos revela que, históricamente, cuando en el país se han presentado bajonazos en el valor de los novillos en pie, esa reducción nunca se traslada al comprador de proteína bovina.”

Sin embargo, tras el análisis de Fedegán y del docente de la Universidad Antonio Nariño (UAN), los consumidores y ganaderos seguirán a la expectativa del movimiento de los precios, pues, la subida del valor final de un alimento como la carne, podría causar acciones en los compradores que generen consecuencias en el mercado y en la canasta familiar.

Finalmente, a pesar de las posibles causas de este fenómeno, Fedegán concluye solicitando a la Superintendencia de Industria y Comercio, a las secretarías de gobierno y a los directores de justicia de los municipios para que investiguen y vigilen la especulación que se estaría presentando en algunos actores de las cadenas de suministro.

“El gobierno debe velar por procurar una sostenibilidad que potencialice el sector y permita un beneficio gana-gana para productores y consumidores”, concluyó el docente de la UAN.

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