Un drama está viviendo la familia de Francisco Javier Rondón, un caleño que fue detenido hace 9 años en China y quien pide ser repatriado a Colombia porque padece un cáncer en etapa avanzada.
Cuando era joven sobrevivió a un cáncer de testículo, por lo que debe tener unos cuidados especiales. En prisión le descubrieron un rebrote de la enfermedad que hizo metástasis en su abdomen y hoy lo tiene ad portas de la muerte.
Rondón, de 44 años, pide desde la cárcel que se revise su caso, ya que desde el inicio de la pandemia su repatriación ha sido postergada y su expectativa de vida no es muy alta.
«En estos momentos me encuentro detenido en Shanghái y he estado aquí por cerca de 10 años, no he cumplido la mitad de la sentencia. Estoy atrapado en un grave y mortal peligro», afirmó en un audio.
María del Pilar Rondón, hermana de Francisco, manifestó que su familiar siempre fue un buen estudiante, de hecho, logró entrar a la Universidad del Valle, pero tuvo que salirse por el cáncer testicular que le dio cuando apenas tenía 20 años.
Luego de recuperarse del cáncer en el año 2001, Francisco se dedicó a trabajar en labores de campo, debido a que su familia es de escasos recursos y no podía pagarle los estudios en una universidad privada.
«Ante la falta de oportunidades, en marzo de 2011 mi hermano se fue a Bogotá a buscar trabajo, no supimos nada de él hasta mayo del mismo año, cuando el cónsul nos llama y nos dice que mi hermano estaba detenido en Shanghái por narcotráfico», contó María del Pilar.
Rondón fue sorprendido por las autoridades chinas con 900 gramos de cocaína. El colombiano fue condenado a cadena perpetua por el delito de narcotráfico.
«Mi hermano nunca tuvo problemas con la justicia, siempre fue una persona de bien pero la falta de oportunidades lo empujó a tomar una mala decisión y cayó en una red de narcotraficantes», relató.
Como recluso fue forzado a realizar trabajos en condiciones que, dice, violan los derechos humanos. Sin embargo, tras varios años en la prisión Quin-Pu de Shanghái, el gobierno chino estudió el caso de Rondón y redujo su condena a 22 años.
«De salud yo me llegué a sentir afortunado porque creía que había superado esa etapa de mi vida, pero hace dos años empecé a sentirme mal. Acudí a la enfermería y el médico, por tacto, me dijo en 2018 que presentaba un endurecimiento en el abdomen, lado izquierdo. Me preocupé y pedí que se me ordenara el TAC abdominal (tomografía por computador) y tres exámenes de sangre», indicó Rondón en un audio.
Ante la negligencia de las autoridades chinas, Francisco tuvo que hacer una huelga de hambre en la cárcel para que le realizaran las pruebas médicas, pero tuvo que esperar varios meses para ser atendido.
A principios de 2019 por fin se le realizó el examen y el resultado arrojó que la masa que tiene en el abdomen es cancerígena y le estaba haciendo metástasis.
Con el TAC le detectaron el tumor en la zona peritoneal por lo que le determinaron seis semanas de quimioterapia que llegaron hasta diciembre de 2019, pero estas no han tenido ningún efecto y su salud empeora cada día.
Ya en 2020, en plena pandemia, Rondón fue enviado de nuevo a la cárcel en Shangái, y en julio fue remitido a un hospital cercano, donde le dieron 25 sesiones de quimioterapia, que se extendieron a 30.
«El diagnóstico es que hay metástasis y me está afectando un pulmón. El doctor me dijo que debía firmar un documento para consentir una quimioterapia paliativa. Le hice un cuestionario virtual y las respuestas fueron desalentadoras porque ya soy considerado un paciente desahuciado y solo me pueden extender la vida por un tiempo», señaló.
Y agregó: «puede que haya un tratamiento que me devuelva la esperanza en mi país. Pido compasión a todos para que envíen mensajes de apoyo al Ministerio de Justicia, a la Embajada. No puedo esperar a que el próximo documento que se expida sea el de mi defunción. Quiero morir cerca de los míos y agradecerles a mis padres y a mi gente».
Ministerio de Relaciones Exteriores responde
El Ministerio de Relaciones Exteriores y el Consulado de Colombia en Shanghái, China, expresó que a Rondón se le ha brindado una continua y permanente asistencia consular.
«Teniendo en cuenta su estado de salud, se están realizando los respectivos controles y seguimientos. Por otra parte, al connacional le fue brindada una donación por parte del Consulado y la Comunidad Católica Hispanoparlante en el mes de diciembre», afirma en un documento.
Con relación a la solicitud de aplicación del Tratado de Traslado de Personas condenadas, suscrito el pasado 31 de julio de 2018 entre la República de Colombia y la República Popular China, la Cancillería señaló que «el mismo pese a haber sido suscrito, aún no se encuentra en aplicación, ya que deberá ser sometido al correspondiente trámite interno en cada uno de los países. Para el caso colombiano no podrá ser aplicado hasta que la ley aprobatoria de este instrumento surta el trámite correspondiente».
Actualmente el tratado se encuentra en trámite ante el Consejo de Estado de China para su respectivo estudio y posteriormente será remitido a la Asamblea Nacional Popular de China para su ratificación. Posteriormente se le entregará al Señor Presidente de China Xi Jinping para su firma.
Cabe recordar que, de acuerdo a la Cancillería, 74 colombianos se encuentran en centros penitenciarios en China, mientras que en Hong Kong hay 126.
56 colombianos se encuentran recluidos en China por el delito de narcotráfico, según las cifras de la Cancillería.