Dos familias vieron un vuelco en su vida cuando notaron que las niñas de 4 años que tenían en su hogar habían sido intercambiadas al nacer en un hospital de Barranquilla.

Una familia en Cesar, y Palmar de Varela, en Atlántico, vieron un vuelco en su vida cuando notaron que las niñas de 4 años que tenían en su hogar habían sido intercambiadas al nacer en un hospital de Barranquilla.

Pero la pasada mañana del miércoles, tras una orden judicial la cual fue expedida por una comisaría de familia, las niñas pudieron regresar finalmente con sus familias biológicas.

Saray viajó desde Chimichagua junto a su hija, o la que fue su hija hasta el pasado miércoles, para entregarla a Jose Gregorio Hernández, padre de una de las niñas, quien decidió hacerse una prueba de ADN debido a que la niña que estaba criando no se parecía a él.

El último adiós e intercambió se dio el pasado miércoles, 1 de marzo, mientras se cumplía la orden judicial y con acompañamiento de los funcionarios del ICBF, quienes como comentó Saray: “No se involucraron mucho en el proceso”.

Queremos que el bienestar familiar se apersone y cuide a las dos niñas. Realmente ellas no han tenido acompañamiento de psicólogos y ambas se quedaron llorando”

Familiar

Como era de esperarse al momento del intercambio todo fue tristeza, las niñas estaban acostumbradas a familia, y ahora deberán adaptarse para aceptar su nueva realidad. Una de las niñas se fue en un bus desde Palmar de Varela hacia Chimichagua mientras que la otra niña quedó en los brazos Jose Hernández

La madre biológica de la niña que se quedó con Jose Luis, Noris Truyol, deberá llegar a un acuerdo con el hombre para poder establecer los días en que podrán compartir con la menor.

Las familias insistieron en que el ICBF apoye a las niñas con apoyo psicológico, por las emociones y sentimientos que tendrán las niñas al adaptarse a su nueva realidad.

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