En su más reciente visita al Hospital San Jerónimo de Montería, el superintendente nacional de Salud, Ulahy Beltrán López, se refirió a las denuncias que se han presentado en los últimos días sobre la no renovación de los contratos de al menos 26 profesionales de la salud.
Beltrán López precisó que fue informado de esta situación, pero que el agente interventor del centro asistencial, Rubén Darío Trejos, es autónomo en la toma de este tipo de decisiones que propenden por mejorar los estándares de calidad en la prestación de los servicios.
Del mismo modo, señaló que no se puede hablar de ‘masacre laboral’, toda vez que no hubo desvinculación de los trabajadores, sino que los contratos que fueron elaborados bajo la modalidad de prestación de servicios culminaron, y se tomó la decisión de no renovarlos con base a los resultados de una prueba técnica presentada por cada uno de los empleados.
“No se puede hablar de desvinculación porque no se está desvinculando a nadie, aquí lo que hay son personas que manejaban unos contratos de prestación de servicios desde hace años, concretamente en el área de auxiliares de enfermería, fueron sometidos a un proceso evaluativo donde, según la administración, se hicieron unas mediciones de su conocimiento y no resultaron ser suficientes en los términos de medición que se establecieron para renovar el proceso contractual”, dijo.
“Ahora, dentro del fuero del gerente está escoger cómo realiza este tipo de decisiones frente al tema de recurso humano, pero venimos manejando esa información desde el momento en que ocurrió. Tenemos información de los trabajadores de planta como de los que se vieron afectados de acuerdo con la perspectiva que tienen de no seguir trabajando, bajo las circunstancias que conlleva el haber llevado muchos años laborando bajo esta figura”, agregó.
En su momento el agente interventor, Rubén Trejos, explicó la totalidad de las personas a las que no les fue renovada su contratación corresponde al 4% sobre el total de la planta de empleados. Reconoció, además, que en su mayoría fueron auxiliares de enfermería que no sobrepasaron los 2 puntos en la calificación de la prueba que, inicialmente había sido realizada con el objetivo de llenar las vacantes que se tenían para la planta de cargos.
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