River Plate sacó este miércoles en el minuto 90 un empate 1-1 al Junior en un partido tenso en Barranquilla de la cuarta jornada del Grupo D de la Copa Libertadores que tuvo como telón de fondo disturbios afuera del estadio Romelio Martínez.
Los gases lacrimógenos lanzados por las autoridades en las calles adyacentes llegaron a la cancha y obligaron a detener el partido por dos minutos.
Cuando el Junior creía haber asegurado el triunfo con un gol de Miguel Borja a los 19 minutos, el empate llegó cuando en un tiro de esquina Fabricio Angileri mandó un centro que el defensor chileno Paulo Díaz mandó al fondo de la red tras anticiparse a su rival.
River Plate es segundo del grupo con seis puntos y quedó a dos del líder Fluminense, que en forma simultánea venció por 2-1 al Santa Fe que es último con dos unidades.
El Junior se estancó en el tercer lugar con tres unidades.
Antes de comenzar el partido, y tras un operativo policial especial para que ambos equipos llegaran al estadio, el calentamiento estuvo marcado por el ruido, los gases y el humo que llegaba hasta el escenario deportivo, donde Junior juega sus partidos como local de manera provisional.
«El ‘Muñeco’ Gallardo pidió que pusieran música para distender el ambiente. Están escuchando reguetón y calentando. No hay ningún problema», dijo el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, a TyC Sports minutos antes del inicio del encuentro.
El partido arrancó y los colombianos salieron a buscar rápidamente un tanto que les permita mantenerse vivos y soñar con clasificar los octavos de final.
Lo consiguieron al minuto 19 en un contragolpe liderado por el extremo Jhon Pajoy, que habilitó a un Miguel Borja feroz que le ganó por fuerza al central Robert Rojas y mandó el balón al fondo de la red con un remate que Franco Armani vio pasar por debajo de su cuerpo.
El encuentro continuó pero el árbitro uruguayo Esteban Ostojich tuvo que detenerlo al 23, y por varios minutos, luego de que los jugadores resultaran afectados por los gases lacrimógenos arrojados a las afueras del estadio.
El árbitro detuvo por unos instantes el juego mientras los futbolistas de ambos equipos, así como los miembros del cuerpo técnico se recuperaban del shock provocado por los gases arrojados por la Policía para disolver la manifestación, convocada a las afueras del estadio en rechazo a la realización del partido.
Tras el incidente, el árbitro uruguayo reanudó el partido que gana el equipo barranquillero, mientras que los disturbios continuaron por un rato más en las afueras del estadio.
Las movilizaciones tomaron Colombia hace dos semanas, inicialmente para protestar contra la ya retirada reforma tributaria presentada por el Gobierno del presidente Iván Duque, pero la ciudadanía inconforme sigue aferrada a las calles como un acto reinvindicativo con peticiones como que se detengan los abusos policiales.
El partido se reanudó y los colombianos mantuvieron el dominio ante un rival que guardó a varias de sus figuras por el partido que tendrá que disputar el domingo contra Boca Juniors en los cuartos de final de la Copa de la Liga Profesional.
En el segundo tiempo los argentinos mandaron a la cancha a los creativos Jorge Carrascal y Agustín Palavecino para tomar el control del juego.
Igualmente, antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora, entraron los atacantes Rafael Santos Borré y Matías Suárez, una dupla con la que Gallardo buscaba que su equipo llegara con más frecuencia a la portería del uruguayo Sebastián Viera, que intervino poco hasta ese momento.
Sin embargo el club bonaerense no fue claro en ataque y, pese a jugar casi todo el segundo tiempo en el terreno del equipo que dirige Amaranto Perea, tuvo muchas dificultades para igualar, aunque el objetivo llegó al minuto 90.
En la próxima jornada, los barranquilleros visitarán el martes al Fluminense mientras que el Millonario’ recibirá el miércoles a los bogotanos en el estadio Monumental de Buenos Aires.