El futuro de James Rodríguez sigue en el aire tras su salida del Olympiacos de Grecia, al que llegó en septiembre de 2022, luego de desvincularse del Al Rayyan de Catar. El jugador colombiano de 31 años ha sido vinculado con equipos de Turquía, Brasil, Argentina, y ¡hasta de Indonesia!

La relación entre el 10 colombiano y el club terminó abruptamente el pasado 13 de abril, cuando el equipo de El Pireo como James anunciaron en sus redes sociales que terminaban su vínculo «de mutuo acuerdo».


James se despidió de los hinchas del Olympiacos en sus redes sociales. «Me gustaría agradecer a todos por todo el tiempo que hemos pasado juntos. Aunque vamos por caminos separados, siento que siempre seré un miembro y bienvenido en la familia del gran puerto Pireo. Le deseo lo mejor al Olympiacos y mucho éxito en el futuro», escribió en sus redes sociales.

Llegó a disputar 23 partidos, en los que marcó cinco goles y seis asistencias.
Con el paso de los días se reveló que los últimos días de James en Grecia fueron muy conflictivos y que lo que desencadenó su salida del Olympiacos fue un enfrentamiento con el técnico encargado, Jose Anigo, con quien tuvo un desencuentro luego de que este decidiera sacar al colombiano del clásico que perdía contra el Panathinaikos.

No dejó un buen recuerdo
Y aunque Rodríguez se haya despedido con cariño, no todos guardan un buen recuerdo de su paso. Eliminados en la fase de grupos de la Europa League, terceros en la fase regular de la liga griega, y ahora sin posibilidades matemáticas de quedar campeón de la Superliga de Grecia, Gate 7, la barra del equipo (así se hace llamar) comenzó a repartir responsabilidades sobre la campaña del equipo en esta temporada, y uno de los más castigados fue James.


La barra cuestionó al colombiano y lo acusó de cometer serios actos de indisciplina. «¡James, con quien otros equipos griegos solo pueden soñar, era un habitual en los clubes de striptease todos los sábados!», dice en su comunicado.


Las expectativas que se tenían con el surgido en Banfield eran muy altas. Llegó libre a tierras griegas desde Qatar y los fanáticos soñaban con aquel jugador que iluminó los grandes estadios de Europa. Pero de lo soñado a lo vivido hubieron muchos pasos de por medio y tildaron a James como «uno de los jugadores más indignos de vestir la camiseta del Olympiacos”.


En la volteada también cayó Marcelo: “Su recibimiento hizo historia, la afición creyó en esta leyenda pero él vino aquí de vacaciones». El brasileño, también desvinculado, ahora juega para el Fluminense.

Sin embargo, los aficionados de Olympiacos no se sorprenden de los hechos de indisciplina del jugador colombiano y otros de los flamantes fichajes del club. Responsabilizan al presidente del club, Evangelios Marinakis, de no haber entendido que muchos de los jugadores que llegaron al club «no merecían el dinero que se les dio, que es cuatro veces más que lo que dan los otros equipos de la liga”.


Por ahora, el ex Real Madrid dedica su tiempo libre a sus negocios mientras encuentra un equipo en el que pueda continuar su carrera futbolística para seguir siento tenido en cuenta por el entrenador de la selección Colombia, Néstor Lorenzo, de cara a las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026, que empezarán en septiembre.

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