Este lunes por la noche, en Yopal (Casanare), miembros del Ejército, un exdetective del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) y dos civiles reclutadores, participaron en un reconocimiento de responsabilidad por su participación en al casi 300 ‘falsos positivos’.

Uno de los testimonios más dicientes fue el del exdirector del DAS en Casanare, Orlando Rivas Tovar, quien contó cuál fue el papel del extinto Departamento Administrativo en el departamento, en las operaciones militares y en la ejecución de la política gubernamental de seguridad democrática.

De acuerdo con el relato de Rivas, entre 2005 y 2007, cuando ocupaba su cargo de director, fue «parte de un aparato criminal organizado que se creó en la Brigada 16», cuyo objetivo era obtener resultados operacionales, especialmente «supuestas bajas en combate a toda costa».

El exdirector apuntó: “quiero reconocer mi responsabilidad por los hechos donde funcionarios a mi cargo de la seccional DAS Casanare y detectives asignados y tropas del Ejército asesinaron a» toda una lista de personas cuyos familiares estuvieron presentes en la audiencia de reconocimiento de responsabilidad convocada por la JEP.

“Por mi actuar y por mis omisiones, la seccional Casanare se vio inmersa en un gran número de hechos y conducta que hoy reconozco que estuvieron por fuera de toda lógica”, dijo el exdetective, quien añadió que la política institucional del DAS «dependía y cumplía órdenes directas de la Presidencia de la República».

Rivas mencionó que, mientras fue directivo, puso en práctica metodologías y lineamientos que buscaron suplir las funciones de policía judicial, algo que, al ser el DAS parte de la rama ejecutiva, implicó recibir órdenes directas de Palacio.

Los directores generales de ese ente, en su momento, «impartieron órdenes a las direcciones seccionales del DAS de cooperar y participar de forma estrecha y coordinada con las Fuerzas Armadas en el mantenimiento del orden público en todos los territorios». Esa colaboración funcionó para estigmatizar a la población a partir de la disposición de «todos los recursos del DAS».

El resultado de toda esa estrategia fue la creación de una «falsa idea de que la lucha antisubversiva sí está dando resultados operacionales», a partir del asesinato y la desaparición forzada de personas humildes.

¿Cómo fue el rol del DAS bajo el mando de Orlando Rivas Tovar en Casanare?

En concreto, la estrategia de estigmatización puesta en marcha por Rivas, que, según él, contaba con un «diseño infalible», consistió en desplegar agentes encubiertos a convivir en zonas en las que los actores del conflicto hacían presencia.

Una vez en los territorios, ejercían «inteligencia encubierta» yendo con camuflados y armamento a exigir revisar las cédulas de los habitantes. Con cámaras de video escondidas, registraban las identificaciones de las personas y creaban «censos generales» buscando crear perfilamientos.

La información de los ciudadanos pasaba a informes reservados que luego eran contrastados con declaraciones de desmovilizados de grupos armados. Los miembros del DAS acudían a reuniones en oficinas de atención al desmovilizado y entrevistaban a personas que entonces estaban en proceso de reincorporación.

Los desmovilizados, dice Rivas, «señalaban a cualquier persona», con declaraciones como «Este me llevó un mercado, este se reía con el comandante», entre otras. La información, de nuevo, iba a informes reservados que llegaban al entonces director, el propio Orlando Rivas Tovar.

El DAS luego impartía órdenes de captura para habitantes de la comunidad. Como no había ningún tipo de cargo judicial de peso, los ciudadanos quedaban libres, pero, a la vez, quedaban con la anotación de que habían sido detenidos.

«Sí hice parte de una estigmatización», señaló Rivas, quien pidió perdón a las víctimas, al magistrado Óscar Parra y la magistrada Catalina Rivas, de la JEP, y a la opinión pública. La Jurisdicción Especial adelanta una audiencia de reconocimiento con veintiún exmilitares, el exdetective Rivas Tovar y dos civiles que fueron reclutadores, que se desarrolla en dos jornadas, el 18 y 19 de septiembre.

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