«Quieren que haga declaraciones falsas contra el presidente Maduro y su familia», expresa Saab en la carta.
El empresario colombiano Alex Saab, a quien Washington acusa de organizar una red de corrupción en beneficio del presidente venezolano Nicolás Maduro, denunció haber sido «torturado» para aceptar su extradición a Estados Unidos desde Cabo Verde, donde está detenido, informó el diario español El Mundo.
En una carta enviada desde su celda, a la que tuvo acceso el rotativo español, Saab afirmó que «Estados Unidos tiene a cuatro empleados nativos de Cabo Verde, que constantemente entran en su celda por la noche con capuchas y le muelen a golpes» para que «firme la extradición voluntaria» y «haga declaraciones falsas contra el presidente Maduro y su familia».
A principios de agosto, un tribunal de Cabo Verde, donde el empresario fue arrestado durante una escala técnica de su avión a mediados de junio, autorizó la extradición de Saab a Estados Unidos. Pero sus abogados recurrieron el fallo.
En la misiva, Saab advierte que no prevé «firmar esas mentiras y calumnias contra un presidente que lucha por salvar a su pueblo en medio de un bloqueo inhumano», ni siquiera «con sangre».
Asimismo, el empresario exige su «liberación inmediata», declarándose «diplomático desde abril de 2018 como enviado especial de Venezuela para Rusia e Irán con inviolabilidad e inmunidad diplomáticas».
También denuncia en la carta: fui «torturado durante dos días con vistas a que firmara declaraciones y me negué».
Washington acusa a Saab de gestionar una vasta red que ha permitido a Maduro y su gobierno desviar la ayuda alimentaria a Venezuela en beneficio propio.
«Utilizan la comida como forma de control social, para recompensar los apoyos políticos y penalizar a los opositores, en tanto embolsan centenares de millones de dólares gracias a varios asuntos fraudulentos», había denunciado en julio de 2019 el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, señalando que habría sanciones económicas contra Saab.
Dos meses más tarde, Washington había impuesto nuevas sanciones contra quince empresas vinculadas al empresario colombiano, incluidas en una lista negra estadounidense como «beneficiarias».