Ucrania es una antigua república soviética que limita con Rusia y la Unión Europea.

La Casa Blanca afirmó ayer que sigue sin ver “señales” de que Rusia esté en el proceso de rebajar las tensiones en torno a Ucrania e insistió en que la diplomacia solo puede producirse en el contexto de una desescalada sobre el terreno.

Así lo afirmó una de las portavoces de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en declaraciones a la prensa dentro del avión presidencial, ya que el mandatario estadounidense, Joe Biden, viajó este viernes a la ciudad de Pittsburgh (Pensilvania).

“Hemos sido muy claros en que queremos que la diplomacia funcione porque la diplomacia es el único camino razonable para resolver la crisis en Ucrania”, aseveró Jean-Pierre.

La portavoz insistió en que la diplomacia solo puede funcionar en el contexto de una desescalada y recordó que aún hay 100.000 militares rusos en la frontera con Ucrania, algunos de ellos en la vecina Bielorrusia.

“No hemos visto señales tangibles de que los rusos estén en un proceso de desescalada y esa sigue siendo una decisión del presidente ruso, Vladímir Putin”, aseveró.

Recordó que el pasado miércoles Estados Unidos y la Otan respondieron formalmente a las garantías de seguridad exigidas por Rusia con ideas “efectivas”, “constructivas” y destinadas a abordar las preocupaciones de Washington y sus aliados sobre la situación.

La tensión entre Rusia y EE.UU. ha aumentado por la movilización de 100.000 militares rusos en la frontera con Ucrania, lo que ha suscitado el temor ante un posible ataque al territorio ucraniano, que Moscú niega pero Washington considera “inminente”.

Kiev, por su parte, pidió ayer calma y aseguró que la situación es comparable a la escalada militar protagonizada por Moscú en abril de 2021.

El presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, acalló los tambores sobre inminente guerra con Rusia procedente de Occidente, pero también demandó garantías de seguridad a la Otan en forma de una hoja de ruta clara para el ingreso en sus filas.

Por su parte, los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, y Rusia, Vladímir Putin, se comprometieron ayer a continuar el diálogo sobre la tensión militar en torno a Ucrania, aunque mantienen desacuerdos “muy importantes” sobre las causas de la situación y sus posibles soluciones.

De otro lado, Rusia estudia “sin optimismo” la respuesta de Estados Unidos a sus demandas de seguridad, en especial sobre su categórica oposición a la ampliación de la Otan, una reacción de la que dependerá el desenlace de la actual tensión militar con Ucrania.

“No hay muchos motivos para el optimismo”, dijo hoy el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, durante su rueda de prensa diaria.

Más de un mes tardó Occidente en responder por escrito a las propuestas de garantías de seguridad que le presentó Moscú en forma de tratados vinculantes. Ahora, Moscú también se tomará su tiempo, aunque la presión diplomática sobre el Kremlin va en aumento.

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