Los niños no tienen 52 veces más probabilidades de morir por las vacunas, según expertos, que aclaran así mensajes engañosos.

Autoridades sanitarias del Reino Unido desmintieron que los niños puedan tener 52 veces más probabilidades de morir como consecuencia de las vacunas del COVD-19, como afirman publicaciones en redes sociales que tergiversan datos oficiales en mensajes engañosos.

Esta afirmación que ha sido viralizada en inglés y español y que tiene su origen en un artículo de una web especializada en difundir contenido falso con apariencia de noticia.

Se trata de una interpretación de las cifras de la Oficina Nacional de Estadística del Reino Unido (ONS) de los niños vacunados en Inglaterra entre enero y octubre de 2021.

La población infantil que recibió las vacunas del COVID-19 en ese periodo estaba gravemente enferma con anterioridad y presentaba un elevado riesgo de morir por sus dolencias, por lo que no se puede afirmar que las defunciones sean consecuencia de los fármacos que protegen del SARS-CoV-2. Además, la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (Ukhsa) rechaza esa posibilidad

En algunas de las publicaciones viralizadas se incluye un gráfico con datos reales de la ONS pero tergiversados para cambiar su significado.

Ese cuadro recoge las muertes de menores registradas en el Reino Unido entre enero y octubre de 2021 y su estado de vacunación, con una proporción 52 veces mayor en la franja de edad de 10 a 14 años y tres veces superior entre los 15 y los 19 años.

Sin embargo, según explican fuentes de la ONS, se trata de una comparación engañosa, puesto que esas muertes se debieron a diferentes factores y la estadística no recoge defunciones por las vacunas.

Estas fuentes añaden que durante el periodo citado solo se vacunó a “los niños y jóvenes clínicamente vulnerables”, es decir, personas cuyo riesgo de morir era elevado y a las que convenía proteger del peligro que en su caso suponía el COVID-19.

Avalan seguridad de las vacunas

La ONS explica que otro factor altera la estadística recogida en ese gráfico y le resta credibilidad.

En el cuadro se incluye entre la población infantil vacunada una franja de niños entre 10 y 14 años, pero en el periodo citado ningún menor de 12 años recibió la vacuna de la covid.

Para la ONS los datos de mortalidad difundidos en estos mensajes “no son significativos”.

Además, la Agencia de Seguridad Sanitaria británica niega a EFE que la mortalidad sea mayor en los menores de 18 años por las vacunas del COVID-19.

Para ello, apunta que los datos de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA) indican que la vacuna de Pfizer/BioNTech -la elegida mayoritariamente en el grupo de edad menor de 18 años- registra menos de una notificación de efectos adversos por cada 1.000 dosis para este sector de la población, aproximadamente la mitad que para el conjunto de la ciudadanía.

La Ukhsaañade que la efectividad de las vacunas para prevenir la hospitalización por la variante Delta en menores de edad con 16 y 17 años fue del 84,5%, como refleja un estudio elaborado por esta agencia en colaboración con otras instituciones sanitarias británicas.

En definitiva, los niños no tienen más probabilidades de morir a causa de la vacuna que los no vacunados según datos de la Oficina de Estadística del Reino Unido, cuyas cifras han sido tergiversadas en publicaciones virales desmentidas por las autoridades británicas.

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