Buena parte de Cotorra está sumergido. No es un submarino, es un municipio del departamento de Córdoba que impotente ve como la naturaleza, así como también obras del Estado los inunda y los hace nadar en la tragedia.

Abrojal, ese corregimiento literalmente ‘flota’ sobre aguas estancadas al quedar metros por debajo del nivel de la carretera 4G doble calzada que el Gobierno a través de la Agencia Nacional de Infraestructura le adjudicó a la concesión Ruta al Mar y que con bombos y platillos lo muestran como el desarrollo vial de un país, pero pasando por encima de gente buena y pobre.

La obra está por encima del pueblo, sus comunidades, el colegio del corregimiento y el sustento de familias que en sus patios perdieron cultivos y varias represas que usaban como cría de pescado que murieron envenenados por químicos usados en la construcción de la vía.

Cachamas, plantaciones de yuca, plátano, maíz, arroz, se ‘’ahogaron’, y para colmo, los que fueron obligados a venderle a la ANI para no interponerse en el proyecto fueron engañados y desde 2018 les prometieron pagar, pero el billete no aparece.

Cada 100 metros hay una historia, una tragedia, mujeres, jóvenes, abuelos, campesinos, mototaxistas, amas de casa, en fin, todos quieren hablar para contar su propia crónica y todos terminan señalando a un Estado que les arrebató sus tierras, que no les ha pagado y de ñapa, ayudaron a que se inundaran.

Hay adelantado acciones legales y los han ‘bailado’ de un despacho a otro y las pocas veces ue han logrado hablar con los abogados de la concesión, incluso de la ANI, terminan regañados y en otros insultados.

Abusaron de su buena fe. Es que el campesino, el hombre de nuestros pueblos aún mantiene el valor de la PALABRA como un documento legal.

En algunas casas la entrada está empantanada y debieron recurrir a puentes de madera improvisados con tablas o listones de madera para salir a la parte seca.

A pocos metros, otras narrativas del drama. Basta con entrar al barrio Adolfo Jalal, donde se ha hecho costumbre vivir en medio del agua y en el rostro de sus lugareños se refleja la desesperanza. Solo en ese sector hay 112 familias censadas como damnificadas, ya les llevaron una caja de alimentos que no resuelve de fondo el problema.

GS Noticias recorrió el lugar con las comunidades y seguiremos en un especial periodístico contándoles como se está arruinando a la gente, mientras su autoridad cómodamente vive fuera del pueblo.

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