La Sala Plena de la Corte Constitucional negó la tutela que presentó el expresidente Álvaro Uribe y con la que buscaba que no lo llamaran imputado en el proceso que se adelanta en su contra por presunta manipulación de testigos.

Eso quiere decir que las cosas continúan como están en ese proceso y Uribe mantiene su calidad de imputado, pues para la Corte sí se puede equiparar una indagatoria en la Corte Suprema de Justicia con una imputación de cargos ante un juez ordinario.

Los efectos de la decisión conllevan a que la Fiscalía debe continuar con la petición de preclusión del proceso y/o adelantar una petición de acusación ante un juez de la República contra el expresidente Uribe.

Al tomar la decisión, ese tribunal consideró que son válidas las pruebas adelantadas por la Corte Suprema de Justicia cuando la investigación estaba en su cancha, lo que traduce que se deben mantener y tener en cuenta el proceso penal. 

El debate surgió luego de la decisión que tomó Uribe de renunciar a su curul en el Congreso, perdiendo así su fuero constitucional para que la investigación en su contra la asumiera la Fiscalía General de la Nación y no la Corte Suprema de Justicia.

La tutela que presentó Uribe fue rechazada por el Tribunal Superior de Bogotá, al concluir que no se logró demostrar la afectación a sus derechos fundamentales con la decisión del Juzgado Cuarto emitida el pasado 06 de noviembre, que consideró que el expresidente Uribe ya estaba imputado dentro del proceso por manipulación y presión a testigos.

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