En Aledo, ciudad estadounidense ubicada en el estado de Texas, un grupo de estudiantes de noveno grado del Distrito Escolar Independiente de esa localidad publicó en la red social Snapchat una subasta en la que vendían a sus compañeros por el hecho de tener otro color de piel.
El mensaje que aparece en una imagen publicada en Internet dice ‘Subasta Nigga’, el cual es un insulto racista que la misma escuela reprochó hace dos días a través de un comunicado.
“No hay lugar para el racismo ni el odio en el Distrito Escolar Independiente de Aledo. El uso de lenguaje y conducta inapropiados, ofensivos y con carga racial es completamente inaceptable y está prohibido por la política del distrito”, dice el escrito alojado en el sitio oficial de la escuela.
Alguien que participó de la agresiva publicación de los estudiantes, comentó que “sería mejor si el cabello de uno de ellos (de una víctima) no estuviera tan mal”.
Los hechos, que ya son investigados por la Policía, se presentaron hace dos semanas. Aunque el comunicado de la escuela fue el pasado 12 de abril, la institución dijo que apenas fue notificada “inmediatamente entabló conversaciones y comunicación con los estudiantes que estaban involucrados, así como con sus padres”.
Otros casos en Estados Unidos
En Brooklyn Center, ciudad de Minesota, el pasado domingo la ex agente de la Policía Kim Potter disparó al joven afroamericano Daunte Wright, de 20 años, quien murió al recibir el impacto de bala.
Por este hecho, Potter y Tim Gannon, el jefe de la policía en esa ciudad, renunciaron hace poco. En explicaciones que salieron en medios estadounidenses, se dijo que la exagente se confundió, y disparó su arma pensando que era un taser. Hoy Kim Potter fue acusada por el fiscal estadounidense Pete Orput con el cargo de homicidio involuntario en segundo grado.
La muerte de Wright ha causado protestas en ese estado, a las cuales el gobierno estadounidense ha respondido enviando alrededor de 500 hombres de la reserva de la Guardia Nacional, con el fin de controlar las manifestaciones.
Las autoridades tomaron esa medida de seguridad pensando en el cercano juicio que afrontará Derek Chauvin por la muerte de George Floyd. Chauvin es uno de los policías acusados de haber asfixiado a Floyd.