Clausurar 45 camas de expansión (27 de cuidados intensivos y 18 de intermedios), que fueron ofertadas para responder a la crisis sanitaria del COVID-19, fue la solicitud que la Clínica Jesús de Nazareth hizo el pasado viernes al Departamento Administrativo Distrital de Salud (Dadis), ante el incumplimiento de los pagos por parte de las Empresas Prestadoras de Salud, EPS.
“Muy a pesar de que estas EPS como aseguradoras les han garantizado los recursos financieros donde la norma obliga a anticipos, sistemáticamente a la Clínica Cardiovascular Jesús de Nazareth le recompensan en forma indolente con ($0) cero pesos de retribución por el servicio y sin giro directo”, señaló la dirección en un comunicado.
Agregó que: “Es nefasto y coadyuvan a la indolencia del sistema de salud, de que hoy el pueblo sufra y padezca por una cama de cuidados intensivos y que las autoridades competentes, a pesar de estar haciendo el acompañamiento en conjunto con los órganos de control locales como el Dadis, Personería distrital, Procuraduría Provincial, Contraloría departamental, aún a nivel nacional no hayan hecho el primer pronunciamiento acerca de estas irregularidades”.
La decisión, que fue tomada en un momento crítico de la pandemia, no es más que el producto de una problemática que desde hace meses vienen denunciando los gerentes de las IPS y que hoy los tiene en graves condiciones financieras.
“Estoy bastante preocupada. No puede ser posible que por falta de recursos quiten camas en una clínica que está salvando vidas en Cartagena. Por ejemplo a mi papá, que tuvo una saturación en 70 no lo recibieron en varios hospitales por falta de UCI y por falta de camillas estuvo mucho tiempo sentado en una silla y solamente en la Clínica Jesús de Nazareth es donde lo acogieron y le brindaron todos los servicios”, contó Ángela María Jiménez.
Agregó que es necesario que tanto las autoridades de salud como las EPS garanticen los recursos para que estas clínicas puedan seguir prestando los servicios.
“No me quiero imaginar qué va a pasar con mi papá y los demás pacientes si cierran esta clínica porque les adeudan muchos recursos y ya no tienen con qué pagar. Por favor, es un llamado de auxilio porque de lo contrario vamos a perder muchas vidas en esta lucha”.
La punta del icebergPUBLICIDAD
Según contó Julio Borelly, gerente de la Clínica Gestión Salud, la crisis por la falta de pago de algunas EPS atraviesa a las IPS públicas y privadas de la ciudad.
“Antes del COVID-19 y en el transcurso de la pandemia, la cartera hospitalaria se ha deteriorado, eso significa que a los hospitales han dejado de pagarles y que muchos de los que pudieran hacer más y mejores esfuerzos están sin capacidad de operar”.
Continuó diciendo que “algunas EPS no están pagando porque están haciendo unas prácticas que son indebidas como no autorizar los servicios, glosar los servicios y devolver las facturas; eso ha hecho que el capital operativo de los hospitales esté en el suelo”.
Borelly también manifestó que la cartera hospitalaria entre el Hospital Universitario del Caribe, Estríos, Madre Bernarda, Clínica Blas de Lezo, Maternidad Rafael Calvo, Medihelp, Clínica Jesús de Nazareth, Hospital Infantil Napoleón Perea y Gestión Salud, asciende a aproximadamente unos $420 mil millones. Estas IPS representan cerca del 70% de la capacidad hospitalaria de la ciudad y los recursos son para el pago de medicamentos e insumos, oxigeno, médicos, enfermeras, personal de salud y proveedores de todo tipo.
“En medio de la pandemia se expidieron múltiples mecanismos donde las EPS podrían girarnos los recursos dentro del marco normativo. Anticipamos que ellas sostendrán que realizan los pagos en un porcentaje importante de la UPC, sin embargo enfatizamos que están girando solo lo que tienen reconocido en su cartera donde existen brechas importantes”, señalaron los gerentes de las clínicas en un oficio.
Agregaron que las EPS deben solidarizarse y responsabilizarse con sus usuarios, “con la red prestadora de la ciudad, con nuestro personal de salud y que de una vez por todas eliminen estas practicas inseguras que van contra la normatividad vigente”.
Dadis pide cumplir acuerdos de pago
Una de las solicitudes expresadas por los gerentes de las clínicas es que el Dadis, la Contraloría y la Procuraduría hagan un acompañamiento “para exigir de manera inmediata a las EPS morosas al pago de sus obligaciones y que no se vea reducida progresiva y peligrosamente, como ya lo han anunciado algunos prestadores, la disminución de la oferta hospitalaria por no tener los recursos para prestar con seguridad y oportunidad los servicios”.
En ese sentido, la directora del Dadis, Johana Bueno, conminó a las EPS e IPS a concretar los acuerdos de pago pactados en las mesas de trabajo instaladas semanas atrás, con el propósito de garantizar el acceso a los servicios de salud de los cartageneros.
“Queremos recordarles a estas Entidades Promotoras de Salud que su responsabilidad es garantizar una red de atención de prestación de servicios a sus usuarios, y si no disponen de esas camas, que las estamos necesitando, va a ser mucho más complejo salir adelante en medio de esta emergencia”, indicó.
Añadió que “es muy importante el flujo de recursos hacia las IPS para que estas puedan oxigenarse financieramente y puedan garantizar la prestación del servicio”.
Ocupación UCI: 87%
En medio de la crisis de los hospitales, los contagios y la ocupación de camas de Unidad de Cuidados Intensivos de adultos siguen en aumento. A corte del 14 de mayo, el porcentaje llegó al 87%, una situación que alerta a las autoridades distritales, pues nunca se había llegado a ese límite.
Según el más reciente informe del Dadis, la ocupación de camas se encuentra distribuida así: 139 camas ocupadas por casos positivos para COVID-19, y 14 sospechosos; 157 camas ocupadas por pacientes con patologías distintas al virus, para un total de 310 camas ocupadas. Así, solo quedan disponibles 46 camas UCI de adultos, en Cartagena.
Por otra parte, la ocupación de camas para hospitalización adulto llegó al 78% y la ocupación de camas de cuidado intermedio adulto permanece en un 77%, con 45 camas disponibles respectivamente.
Es necesario precisar que las camas que se suspendieron en la Clínica Cardiovascular Jesús de Nazareth hacían parte de la red de expansión y ya fueron excluidas de total de camas disponibles y ocupadas (356).
Ante este panorama, la directora del Dadis activó un plan de contingencia con la ciudad de Barranquilla y Sincelejo para que, en caso de ser necesario, puedan recibir pacientes de Cartagena de Indias.
/Colprensa