El presidente de la República, Gustavo Petro Urrego, confirmó la liberación de los uniformados de la Policía Nacional que se encontraban retenidos en San Vicente del Caguán, Caquetá y quienes fueron secuestrados por un grupo de campesinos en medio de protestas. 

“Gracias a las gestiones del ministro de Defensa y del Interior, fundamentalmente, se ha logrado la liberación de todo el personal de la Policía y los funcionarios de la petrolera que estaban retenidos por los campesinos en San Vicente del Caguán”, señaló Petro desde San Andrés.

El jefe de Estado manifestó que se desplazará a dialogar con los campesinos sobre sus necesidades, sus quejas, sus reclamos; pero recalcó que este gesto “debe llevar a un replanteamiento de muchos temas alrededor del tratamiento del conflicto social en Colombia”.

Así mismo, le pidió a todo el movimiento popular en general, donde se incluye campesinos, rural y urbano, que su Gobierno es para dialogar, por lo que las acciones violentas “prácticamente lo que hacen es destruir la posibilidad, no solamente de tener un gobierno popular y progresista, sino los caminos mismos de la paz”.

El mandatario colombiano reiteró su llamado a la fiscalía general, para “investigar e individualizar quiénes fueron las personas que mataron en estos acontecimientos, quiénes son los asesinos, que tendrán que ser juzgados”.

Los hechos se presentaron en horas de la mañana de este jueves 2 de marzo, cuando tras más de 40 días de protestas en el sector de Los Pozos, un grupo de campesinos se tomó las instalaciones de la petrolera Emerald Energy, ubicada en San Vicente del Caguán.

En medio de las protestas actuó el Escuadrón Móvil Antidisturbios, para controlar la turba que intentaba prender fuego a la sede de la compañía de origen británico, pero los enfrentamientos entre fuerza Pública y manifestantes terminó dejando 2 personas muertas y 75 retenidas.

Entre los fallecidos se encuentra el subintendente Ricardo Arley Monroy Prieto, quien murió por heridas de arma blanca. La otra persona que perdió la vida en los hechos fue el campesino Reinel Arévalo, también en medio de los enfrentamientos.

“Desconcierta la manera salvaje con la que acabaron con la vida del subintendente, cuando protegía a personas atemorizadas por la arremetida de una jauría que privilegió el caos sobre el diálogo”, señaló el director de la Policía, general Henry Sanabria Cely.

La protesta que se salió de control en la madrugada del jueves, en la vereda conocida como Los Pozos, llevaba cerca de 40 días sin que la administración local ni el Gobierno Nacional lograran resolverla. Al final terminaron secuestrando a 6 empleados de la petrolera y 78 Policías.

Los uniformados fueron conducidos en un camión con rumbo desconocido, donde permanecieron más de 36 horas secuestrados.

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