Las autoridades en Shanghái no han podido contener a personas que han saqueado supermercados tras el desespero de llevar casi un mes encerrados por el COVID-19.

Por cuenta del confinamiento en Shanghái tras un nuevo brote de COVID-19, este fin de semana miles de ciudadanos salieron a las calles y cometieron saqueos en varios establecimientos comerciales.

La situación se presentó también el domingo, cuando se completaron 22 días desde que el gobierno impuso en esa ciudad restricciones a la movilidad con la idea de prevenir más contagios en la población, la cual tiene 21.200 casos, cifra que es alta para las que se venían registrando.

En redes sociales se han evidenciado videos e imágenes de desmanes, gritos y robos en esta capital financiera de China. En ellos se ven a varias grupos de personas llevándose comida de tiendas hasta en cajas, a pesar del intento frustrado de las autoridades de controlar los saqueos.

Por el momento, lo único que está permitido hacer es que una persona –mayor de edad– salga una vez al día a comprar sus víveres, o acudir a a un centro médico por alguna enfermedad.

Sin embargo, los servicios de salud de Shanghái también están congestionados por el incremento de casos, los cuales vienen en subida desde mediados de marzo.

Precisamente, en los hospitales trabajan para dar abasto con mayor capacidad de camas y atención médica, mientras que en las casas la orden gubernamental es aislarse a cualquier síntoma. El llamado, además, es a tener mayor cuidado con los menores de edad, cosa que ha incomodado a los ciudadanos inconformes con el encierro.

Mientras tanto, desde el gobierno central, el presidente chino Xi Jinping no piensa bajar la guardia en cuanto a restricciones, pues la semana pasada públicamente celebró la política de “cero COVID-19” que ha manejado ese país desde que inició la pandemia hace dos años.

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