Una mujer murió y otra está grave por reacción adversa a la vacuna de Johnson & Johnson en Estados Unidos, lo que obligó a las autoridades a suspender su uso. Se han detectado seis casos de trombos (en mujeres de 18 a 48 años) tras casi siete millones de dosis.
La farmacéutica Johnson & Johnson anunció ayer que retrasará el reparto de su vacuna contra la COVID-19 en Europa tras la suspensión cautelar ordenada hoy por las autoridades en Estados Unidos debido a varios casos “raros y graves” de coágulos.
“Hemos estado revisando estos casos con las autoridades sanitarias europeas. Hemos tomado la decisión de retrasar proactivamente el reparto de nuestra vacuna en Europa”, dijo en un comunicado la firma.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) y la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) recomendaron hoy que se suspenda el uso de la vacuna de Johnson & Johnson tras haber registrado seis casos de un tipo de coágulo sanguíneo “raro y grave”.
La empresa farmacéutica dijo tener conocimiento de un problema “extremadamente raro” que implica “coágulos de sangre combinados con bajas plaquetas” y que se ha dado en un “número reducido” de personas que han recibido su vacuna anticovid.
Haciéndose eco de la información de las autoridades, J&J reiteró que se trata de seis casos reportados en EE.UU. de entre más de 6,8 millones de dosis administradas y que tanto el CDC como la FDA han “recomendado una pausa” en la vacuna “por cautela”.
“Hemos estado trabajando de cerca con expertos médicos y autoridades sanitarias, y apoyamos sólidamente la comunicación abierta de esta información a los profesionales sanitarios y el público”, agregó la firma, que consideró prioritaria la “seguridad y el bienestar” de sus usuarios.
J&J señaló que se ha divulgado información sobre “el reconocimiento y gestión adecuados” de los síntomas “debido al tratamiento particular requerido para este tipo de coágulo sanguíneo”, y recomendó contactar con un médico a quienes hayan recibido la vacuna y durante las tres semanas siguientes tengan fuertes dolores de cabeza, dolor abdominal o en las piernas, o ahogo.
Por su parte, la Casa Blanca aseguró ayer que la pausa en la vacunación con el inyectable de la farmacéutica Johnson & Johnson, conocida también por el nombre de su filial Janssen, no tendrá un “impacto significativo” en su estrategia para inocular contra la COVID-19 a la población de Estados Unidos.
El Gobierno estadounidense está trabajando con las autoridades estatales y locales del país para “que a cualquiera que tuviera cita para una vacuna de J&J se le dé rápidamente otra cita para recibir la de Pfizer o la de Moderna”, añadió en un comunicado Jeff Zients, el coordinador de la respuesta de la Casa Blanca contra el coronavirus.
Zients reaccionaba así a la recomendación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) y la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de que se suspenda el uso en el país de la vacuna de Johnson & Johnson, tras haber registrado seis casos de un tipo de coágulo sanguíneo “raro y grave”.
Añadió que las vacunas de Johnson & Johnson apenas representan “menos del 5 % de las administradas en Estados Unidos”, y que el Gobierno federal ya se ha asegurado “dosis suficientes de Pfizer y Moderna para 300 millones de estadounidenses”.