Germán Quintero, secretario de Infraestructura de la Alcaldía de Montería, por más de cuatro horas estuvo en una mesa de trabajo con los habitantes de la vereda de Loma Grande, quienes tienen cerrada la entrada del relleno sanitario, pero no le fue posible llegar a un acuerdo con los agraviados por el presunto derramamiento de lixiviado, para que levante el cierre que imposibilita la disposición de la basura en todo el municipio de Montería.

Quintero, quien estuvo acompañado de más funcionarios de la administración municipal como la secretaria de Salud, sostuvo que desde la Alcaldía no pueden tomar las acciones que la comunidad exige como lo es el cierre, debido que es una decisión que tiene unos procesos en curso y en su momento la justicia tendrá que pronunciarse.

“Nosotros le expresamos que los únicos canales para hacer el cierre definitivo del relleno sanitario son a través de un fallo judicial o mediante una disposición de la Corporación Ambiental Regional (CVS) (…) Nosotros no podemos tomar esta decisión (cierre) unilateralmente, tratamos de llegar a ese espacio de diálogo, de concertación, pero no fue posible”, manifestó el secretario.

Asimismo, apuntó que sostendrá una reunión con el alcalde Carlos Ordosgoitia para articular los pasos a seguir con los canales de diálogo que les permita tomar una decisión de manera definitiva.

Al ser consultado sobre una posible emergencia sanitaria por la acumulación de basuras en la capital ganadera, Quintero apuntó que la responsabilidad recae en la empresa Urbaser, de la cual apuntó tienen activo un plan de contingencia para la recolección y disposición final de los residuos.

Quintero acotó que el informe que manejan del presunto derramamiento de lixiviado ya fue socializado con la comunidad y próximamente con la comunidad ambiental estarán ofreciendo los pronunciamientos respectivos.

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