Según un informe de Telemedellín, reseñado por la FM, Medicina Legal ya tendría el informe forense, que confirmaría que el sacerdote cordobés Javier Eduardo González Pertuz habría sido víctima de un envenenamiento.

Aparentemente habría ingerido un coctel de licor mezclado con escopolamina que le proporcionaron en el bar ubicado en la carrera 70A con calle 42 de Medellín, donde en principio, creyeron que el sacerdote estaba borracho y dormido.

Las primeras hipótesis de la muerte del hombre es que, al parecer, habría sido drogado para finalmente robarlo, pues el sacerdote terminó en una de las mesas del establecimiento sin documentos, dinero y celular.

De acuerdo con el dueño de la discoteca del sector de Laureles, el sacerdote habría entrado al bar en compañía de otro sujeto que media hora después de la muerte de González desapareció.

Sin embargo, el coronel José Miranda, comandante de Policía en Medellín, afirmó que el padre entró a la 1 de la madrugada solo, lo que desmentiría la versión de que estaba viendo el partido de la Selección Colombia sub-20 junto al supuesto hombre.

“El administrador del bar nos dice que él llegó en compañía de otra persona, que consumen algunas bebidas y que la persona que se encontraba con él se retira media hora después. Los hechos se presentan entre una y una y media de la mañana. La persona se va más o menos a las 2 de la mañana”, dijo el coronel.

El acompañante del sacerdote es el principal sospechoso de su muerte, quien está siendo buscado por las autoridades, quienes cuentan con más de 10 horas de grabaciones de cámaras de seguridad en las que se analiza el recorrido del hombre señalado.

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