Se estima que unos 596 civiles, entre ellos 85 niños, han muerto y 1.067 han resultado heridos como consecuencia de la invasión rusa a Ucrania, en su mayoría en bombardeos, desde el pasado 24 de febrero.

Las tropas rusas lanzaron ayer en la madrugada más de 30 misiles contra una base a tan solo 20 kilómetros de la frontera de Polonia, que ha provocado al menos 35 muertos, en una escalada de la guerra que la acerca por primera vez al territorio de la Unión Europea (UE) desde que comenzó la invasión hace tres semanas.

“Lamentablemente perdimos más héroes: 35 personas murieron como resultado del bombardeo del centro de mantenimiento de la paz y seguridad. Otros 134 se encuentran con diversos grados de heridas y están en el hospital”, anunció en su cuenta de Telegram, Maksym Kozytskyi, responsable de la administración estatal en la ciudad de Leópolis.

El político señaló que en esa base también hay “instructores extranjeros”; aunque no ofreció más detalles de sus nacionalidades y si estos están entre las víctimas del ataque.

Leópolis es una de las ciudades más relativamente seguras en Ucrania, al situarse lejos del frente de batalla y esta es la primera vez que Moscú ataca las afueras de la urbe, que es punto de tránsito de los refugiados ucranianos que buscan huir hacia Polonia.

Pero desde hace dos días, las alarmas antiaéreas suenan por la madrugada para que los habitantes acudan al refugio más cercano y hoy el bombardeo, que ha tenido lugar a 50 kilómetros al oeste de Leópolis, ha sacudido la urbe histórica, según constató EFE, como resultado de la acción del sistema de defensa antiaéreo, de acuerdo a las autoridades de la región.

Grave escalada bélica

“El ataque aéreo se llevó a cabo desde el mar Negro y el mar de Azov. Los aviones despegaron del aeropuerto de Saratov. En total, los ocupantes dispararon más de 30 misiles”, precisó Kozytskyi.

No obstante, señaló que el “sistema de defensa aérea ucraniano funcionó. Derribamos algunos de los misiles en el aire” y reiteró su llamamiento a “los gobiernos de la Otan: ¡Otan, cierra el cielo sobre Ucrania! ¡Cierra el cielo sobre Ucrania o danos aviones militares!”, exclamó.

Según sus datos, a las 12.00 hora local (10.00 GMT) de ayer, casi todos los incendios que se habían declarado en la instalación militar fueron extinguidos, mientras técnicos en explosivos y otros especialistas están inspeccionando el área, desmantelando la mayoría de los escombros.

Leópolis (en el oeste de Ucrania), que se encuentra a 50 kilómetros de la base bombardeada, es una de las ciudades relativamente más seguras en Ucrania al situarse lejos del frente de batalla y esta es la primera vez que Moscú dirige un ataque contra sus afueras, que es punto de tránsito de los refugiados ucranianos que buscan huir hacia Polonia.

A su vez, la Embajada de Estados Unidos en Kiev emitió un mensaje ayer en el que dijo “deplorar” el ataque del Ejército ruso contra el Centro Internacional para el Mantenimiento de la Paz y la Seguridad en Ucrania, donde habían trabajado instructores estadounidenses.

“Deploramos el ataque el Centro de Yavoriv, que mató a 35 personas e hirió a 134. El ataque al Centro, en el que EE.UU., Polonia, Lituania, Reino Unido, Canadá y otros países entrenaban a fuerzas ucranianas no derrotará a los heroicos soldados allí entrenados”, indicó la Embajada en un mensaje en Twitter.

Unas horas antes, el Departamento de Defensa de Estados Unidos indicó que el ataque supone una expansión de los objetivos militares rusos en la guerra.

El Ejército ruso, que inició la invasión de Ucrania el pasado 24 de febrero, había concentrado sus objetivos en el este y sur del país además de los alrededores de la ciudad de Kiev, aunque en los últimos días han atacado posiciones militares cercanos a Polonia y a Moldavia.

Por su lado, el papa Francisco exigió ayer que se detenga “la masacre” en Ucrania, tras la invasión de Rusia y la consideró “una inaceptable agresión armada”.

Fotógrafo colombiano herido en emboscada rusa

El fotógrafo estadounidense de origen colombiano, Juan Arredondo, resultó ayer herido cuando las tropas rusas abatieron el vehículo en el que se encontraba en la localidad de Irpín, al oeste de Kiev, un ataque en el que murió el periodista Brent Renaud.

Juan Arredondo, nacido en Pereira y ganador del World Press Photo, estaba con el documentalista estadounidense Renaud, y explicó en un video difundido por el Parlamento ucraniano en su cuenta de Twitter, cómo sucedió el suceso.

“Estábamos cruzando el primer puente en Irpín. Íbamos a grabar a otros refugiados yéndose, íbamos a coger un auto que alguien nos ofreció para llevarnos al otro puente. Cruzamos el puesto de control y empezaron a dispararnos, así que el conductor dio la vuelta y continuaron disparándonos”, explicó en el clip, mientras estaba siendo atendido en una camilla del hospital de Okhmatdyt.

El diario estadounidense aclaró que el periodista fallecido, Brent Renaud, no estaba trabajando para ellos en el momento del suceso.

Entre tanto, el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, sus siglas en inglés) afirmó que el ataque de ayer con el fallecimiento del camarógrafo estadounidense Brent Renaud en Ucrania supone una violación de la ley internacional.

Según su página web personal, Renaud trabajaba frecuentemente con su hermano en la producción de documentales y programas de televisión y había recibido un premio Peabody por su trabajo.

Más de 2,6 millones de civiles han escapado de la guerra

Los ucranianos que han huido de su país a consecuencia de la invasión rusa se elevan ya a 2,69 millones, según las cifras que actualiza diariamente la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados.

Más de la mitad de este éxodo ha llegado a la vecina Polonia, que acoge a 1,6 millones de refugiados ucranianos, mientras que 246.000 se encuentran en Hungría, 195.000 en Eslovaquia, 105.000 en Rusia, 104.000 en Moldavia, 84.000 en Rumanía y unos 900 en Bielorrusia, entre otros países.

Más de 300.000 refugiados ucranianos se encuentran por otro lado en otros países europeos no vecinos a Ucrania, de acuerdo con las cifras de Acnur.

El éxodo de refugiados ucranianos es el mayor que se vive en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, superando incluso los que causaron todas las guerras en la antigua Yugoslavia durante la década de los años 90 del siglo pasado (2,4 millones según cálculos de organizaciones humanitarias).

Acnur calculó en los primeros días de la guerra que ésta podría provocar hasta cuatro millones de refugiados, aunque dada la rapidez en que las cifras están aumentando sus responsables reconocieron que es posible que el flujo de personas huidas del país sea incluso mayor.

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