Según los expertos, el movimiento de los contagios en el país obedece por un lado al comportamiento que suele tener una pandemia, pero también al relajamiento de las medidas por parte de la población.

Colombia cumplió ayer un mes del comienzo del aislamiento selectivo con distanciamiento social responsable, la nueva etapa que planteó el Gobierno Nacional para comenzar la reapertura económica y al mismo tiempo seguir controlando la transmisión de la COVID-19, basados en la responsabilidad ciudadana.

Pero en la actualidad, la transmisión del virus y la responsabilidad individual ya preocupan en varias ciudades. El país suma más de 829.000 casos y más 25.000 muertes por la pandemia y aunque los casos diarios se ubican entre los 5.000 y 8.000, registrando una disminución de los días más graves en los que se vieron hasta 12.000 casos, ya preocupa el crecimiento en los datos de algunas ciudades.

Aunque en Bogotá la velocidad de contagio bajó a 0,78, en la última jornada la capital sumó de nuevo un poco más de 2.000 casos, cuando la tendencia venía por debajo de esta cifra.

¿Cómo se está comportando el virus en el país?, ¿por qué estos crecimientos en algunas regiones?

Según Santiago Saldarriaga, médico epidemiólogo, con la reapertura casi completa de la economía en el mes de septiembre se esperaba que ese aumento de casos ocurriera, por eso se ha visto un ligero aumento en algunas zonas del país.

Pero además, para María Fernanda Gutiérrez, viróloga e investigadora del Departamento de Microbiología de la Universidad Javeriana, este es el comportamiento normal de una pandemia.

Según explica, los brotes normalmente se comportan con rebrotes y la pandemia funciona como una especie de montaña rusa.

Segundo pico

En cuanto a lo que pasará en un futuro pico epidémico, los expertos difieren. Por ejemplo, para Saldarriaga, predecir lo que va a pasar en el país en los próximos meses es difícil, pero además, irresponsable.

“Nunca una pandemia tiene un comportamiento constante, hay muchas variables que están relacionadas a cómo se va comportando. Uno de ellos es la actividad económica, otro es la cultura ciudadana, la movilidad, etc.”, dice.

Afirma que plantear el momento de un rebrote o de un crecimiento mayor en los casos no se puede hacer basados en lo que ya pasó. Asegura que “los picos no se predicen, uno se da cuenta de los picos cuando ya pasaron”.

Comportamiento ciudadano

Carlos Trillos, médico epidemiólogo y docente de la Universidad del Rosario, señala que hay alguna parte de la población que ya está cansada de las medidas de prevención, lo que los ha llevado a relajarse y otros siguen negando que existe el riesgo frente a la COVID -19. “Esto se refleja en el aumento de fiestas y reuniones masivas, las recientes protestas, que hacen que se aumente la transmisión y se conviertan en focos súper transmisores, que van a terminar afectando a los más vulnerables y a las personas con comorbilidades”.

De igual manera, Juan David Ramírez, director del Laboratorio de Microbiología de la Universidad del Rosario, asegura que la ciudadanía piensa que el pico pandémico ya ha pasado por completo, pero para él, es falso.“Lo que llegamos fue a un pico de 12.000 casos y hemos bajado entre 5.000 y 7.000 casos diarios, que es lo que se llama una meseta, pero no ha ocurrido una reducción significativa en el número de casos”.

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